455 ¿Es de buena educación decir Gosh! o Oh my gosh!?
De la misma manera que los hispanohablantes pueden exclamar ¡Ostras! para evitar un juramento blasfemo, un angloparlante puede usar Gosh! en lugar de God! Así que, sí, definitivamente es de buena educación, aunque resulta un tanto pintoresco:
Gosh! Did he really say that? That’s not like him at all.
El inglés tiene un gran número de eufemismos para las palabrotas de base religiosa. Probablemente las dos más frecuentes, todavía en uso, son heck, por hell, y darn, por damn:
What the heck are you doing? (UK y USA)
Well, I’ll be darned! (USA)
Hay muchos más eufemismos para sustituir palabras blasfemas, pero se encuentran principalmente en novelas y películas antiguas, donde se pueden interpretar como un recurso expresivo para trasmitir sorpresa o enfado genuinos:
Golly! o Goodness!
Gorblimey! (UK, forma corrupta de la expresión God blind me!, a menudo abreviado como Blimey!).
Great Scott! (en lugar de Great God!).
Gee! o Gee-whizz! (USA, en lugar de Jesus!).
Dang! (USA) o Drat! o Dash! (en lugar de Damn!).
Doggone (USA, en lugar de God-damned).
Bloomin’ (UK, en lugar de Bloody).
También hay términos eufemísticos para palabrotas obscenas. Por ejemplo, Shoot! se utiliza a menudo como exclamación en lugar de Shit! y, en inglés americano, a menudo se usa freak en lugar de fuck:
It was freaking amazing! (USA)
Puede que los hablantes del inglés británico a veces utilicen friggin’, en lugar de fucking, pero no da una sensación de que se trate de un uso particularmente eufemístico. Lo mismo se aplica a Eff y flip, más suaves, aunque no llegan a tener la difusión o el nivel de aceptación tan amplios que tiene freak en los Estados Unidos:
Can you friggin’ hurry up? We’re already late. (UK)
Just eff off! I don’t ever want to see you again. (UK)
Flippin’ heck! I’ve burnt the toast again. (UK)
El inglés contemporáneo muestra mucha mayor tolerancia hacia las palabras blasfemas y obscenas, con el resultado de que muchas de las alternativas eufemísticas a estos términos dan la sensación de estar un tanto pasadas de moda. De hecho, la mayoría se remontan al período comprendido entre finales del siglo XVIII y principios del XX. El desarrollo de eufemismos en aquella época se atribuye a un aumento de la alfabetización, a la revitalización del fervor religioso y a la industrialización, que propiciaron la aparición de una clase media urbana y sofisticada a ambos lados del Atlántico.