7. ¿Por qué existen tantos acentos en el Reino Unido y tan pocos en Estados Unidos?
Que la pronunciación en Estados Unidos es, por lo general, más homogénea que en el Reino Unido era un fenómeno que venía observándose nada menos que desde finales del siglo XVIII y puede atribuirse al hecho de que casi todos los grupos de colonos que se instalaron allí, en cualquier parte de su vastísimo territorio, estaban compuestos por una variada mezcla de personas de diversa procedencia. Como en todos los grupos había colonos originarios, por lo general, de distintas zonas de las islas británicas —así como de otros países europeos, como Francia y Alemania—, no es de extrañar que las peculiaridades lingüísticas de todos ellos se amalgamaran.
El aumento de los desplazamientos —cada vez a distancias más grandes, tanto en el pasado como en la actualidad—, protagonizados por personas que buscaban una vida mejor, es otro de los factores clave en el análisis de la evolución del inglés americano, al menos en el de los americanos blancos. La evolución del African American English (‘inglés afroamericano’) —al que, de hecho, algunos lingüistas no consideran muy distinto del Southern American English, el inglés del sur de los Estados Unidos— quedó condicionada por la relativa inmovilidad que les fue impuesta a los afroamericanos durante la época de la esclavitud. Aunque en el siglo XX muchos antiguos esclavos y sus descendientes llevaron a cabo una emigración interior, desde el sur hacia el norte industrializado, la persistencia de la discriminación y la falta de movilidad social han tenido como consecuencia que el African American English haya conservado sus peculiaridades propias, que lo diferencian de los acentos de la mayoría de los americanos blancos.
Es bastante difícil establecer el número exacto de acentos que existen en un país. Los nativos de una determinada zona, por ejemplo, tienden a oír y percibir diferencias de pronunciación entre dos pueblos o localidades vecinas que los forasteros son incapaces de apreciar. No obstante, independientemente del criterio que utilicemos para diferenciar un acento de otro, la realidad es que en el Reino Unido la variedad es significativamente mayor que en Estados Unidos. Incluso si, según algunas clasificaciones, el número de acentos resulta parecido —los cálculos más frecuentes hablan de 56 acentos en el Reino Unido frente a 42 en Estados Unidos—, el hecho de que solo en el estado de California cabría tres veces el Reino Unido, y aún sobraría espacio, deja bastante claro que si viajamos por las islas británicas percibiremos bastante más variación.
Además, la historia del inglés en el Reino Unido tiene unos 1200 años más que en Estados Unidos, lo que ha permitido que se definan las diferencias: la mayor parte de ese tiempo la gente nacía, vivía y moría en el mismo lugar, lo que dio margen para que dichas diferencias pudieran consolidarse y arraigarse. El hecho de que la pronunciación en el Reino Unido siga siendo tan variada, a pesar de las actuales posibilidades de viajar y de comunicarse, probablemente tiene mucho que ver con el sentimiento de orgullo local y el mantenimiento de rivalidades internas entre poblaciones o regiones.
Tal vez no sorprenda comprobar que los acentos más conocidos del Reino Unido se asocian a las ciudades más influyentes de Inglaterra, y que a los nativos de dichas ciudades se les denomine, coloquialmente, por el nombre de su acento:
Birmingham → Brummie
Liverpool → Scouse
London → Cockney
Manchester → Manc / Mancunian
Newcastle → Geordie