102. SAND A FLAUBERT
[Nohant, 6 de septiembre de 1871]
¿Dónde estás, mi querido viejo trovador? Yo no te he escrito, estoy apenada hasta el fondo del alma. Esto pasará, espero, pero estoy enferma del mal de mi nación y de mi raza. No puedo aislarme en mi razón y en mi irreprochabilidad personales. Siento los grandes lazos aflojados y como rotos. Me parece que nos vamos todos hacia quién sabe dónde. ¿Tienes tú más fuerza que yo? ¡Dame un poco de ella!
Te envío los recuerdos y el cariño de nuestras niñas. Se acuerdan de ti y dicen que te envíe sus retratos. Ahí están, las pequeñas, uno las cría con amor como a plantas preciosas. ¿Qué hombres encontrarán ellas para protegerlas y continuar nuestra obra? ¡Me parece que de aquí a veinte años no habrá más que cobardes y granujas!
Dame noticias tuyas. Háblame de tu pobre madre, de tu familia, de Croisset. Ámanos siempre como te amamos.