67. SAND A FLAUBERT
[Nohant, 14 de diciembre de 1869]
No veo aparecer mi artículo, y aparecen otros que son malvados e injustos. Los enemigos siempre son mejor servidos que los amigos. Y además, cuando una rana empieza a croar, todas las demás se añaden. Se trata con algún respeto a quien salta sobre los hombros de la estatua. Siempre ha sido así. Tú asumes los ataques con un talante que nunca cede a la trifulca, y muchos no lo comprenden. La impersonalidad absoluta es discutible, y yo no la acepto en absoluto. Pero me asombra que Saint-Victor, que tanto la ha predicado y que ha criticado mi teatro porque no era impersonal, te abandone en lugar de defenderte. La crítica ya no sabe dónde está, ¡dejémonos de teorías!
No te preocupes por todo esto y sigue adelante. No tengas sistema y obedece a tu inspiración.
El tiempo es bueno, al menos por aquí, y preparamos las fiestas de Navidad en familia, al lado del fuego. Le he encargado a Plauchut que te traiga, os esperamos. Si no puedes venir con él, ven al menos a celebrar con nosotros el fin de año y aléjate un poco de París. ¡Puede ser tan fastidioso! Lina me manda que te diga que te autoriza a no quitarte tu ropa de estar por casa y tus pantuflas. No hay damas, no hay extraños. En fin, nos harás muy felices, y hace tiempo que lo prometes.
Te envío un abrazo y estoy todavía más furiosa que tú por esos ataques, pero no desanimada, y si te tuviera aquí, te prometo que te repondrías tan deprisa que enseguida correrías a empezar una nueva novela.
Un abrazo.
Tu viejo trovador