43. FLAUBERT A SAND
[Croisset, 24 de noviembre de 1868]
Martes
Querida maestra,
¡No se imagina usted la pena que me da! A pesar de las ganas que tengo, le respondo “no”; aunque me atormenten las ganas de decirle “sí”. Sé que esto me da un aire de hombre imperturbable que es muy ridículo. Pero me conozco: si voy a su casa en Nohant, tendré por lo menos un mes de ensueños sobre el viaje. Las imágenes reales reemplazarán en mi pobre cerebro a las imágenes ficticias que a duras penas compongo, y todo mi castillo de cartas se hundirá.
Hace tres semanas, por haber sido tan necio de aceptar una comida en el campo cerca de aquí, perdí cuatro días. ¿Qué me ocurriría a la vuelta de Nohant? ¡Usted no puede comprenderlo, pues es fuerte!
Iré a su casa cuando esté “libre de inquietudes”. Presente usted a Maurice, no mis excusas, sino mi sentimiento.
Mi madre regresa a Rouen el próximo jueves. Y yo voy a quedarme aquí hasta finales de febrero sin duda. En ese momento, espero haber llegado a mi último capítulo, que me llevará aún tres meses. En resumen, es necesario que haya acabado en junio, si quiero publicar en octubre.
¿Y usted? ¿Qué hace ahora?
Su viejo trovador la abraza como la quiere, es decir muy fuerte.