PALOMA
Tres son las variedades
fundamentales de paloma silvestre que se conocen en este país:
bravía, zurita y torcaz (tal vez la más apreciada).
La carne de paloma es
perfumada y bastante prieta, aunque también tiene fama de ser un
poco seca, por eso las recetas más habituales tienden a cocinarla
guisada en salsa. Como aportan mucho sabor, también se puede
emplear en la elaboración de fondos para salsas de caza.
Además de la paloma
silvestre, tenemos el pichón o palomo criado en granjas, de carne
mucho más tierna, por lo que resulta muy apropiado para cocinar
asado.