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Has solventado el enigma. Al igual que el rostro de la misteriosa mujer, las palabras que escuchas en tu mente son simétricas al colocar un eje horizontal en su centro. EXHIBO también cumple con esas condiciones y por lo tanto ésa es la respuesta correcta.
Avanzas con cautela hacia la joven, extendiendo las palmas hacia arriba para mostrarte afable e intentar no asustarla. Ella sigue mirándote con placidez y no aparenta inquietud. Al preguntarle cómo se llama, te contesta con voz clara y algo grave, sin delatar ningún temor:
—Tríane… —y añade tras una breve pausa—: Tú no eres como los demás.
Te parece que su voz está en armonía con el cuerpo que descubres al internarte entre las malezas. La suave túnica de lino que lleva desvela un físico tan hermoso como sus facciones.
Te disponías a preguntarle qué está haciendo sola en este lugar apartado, pero su serenidad te ha desarmado por completo. Es ella quien toma la iniciativa y te revela con una voz que casi consigue hipnotizarte:
—Eres noble y generoso. He visto cómo aprecias a tu compañero. Haz caso a tu instinto y desconfía de aquellos que intentan imponerte su criterio con autoridad. Tu capacidad y tu buen juicio deberían guiarte en esta difícil prueba. No me defraudes o seré implacable contigo.
Al escuchar el aleteo del mochuelo que alza el vuelo a tu espalda, te giras inquieto. Cuando te das la vuelta para seguir hablando con Tríane, descubres que ya no está. Ha desaparecido sin hacer ruido.