93
Mientras espías la progresión del grupo, ratificas tu primera impresión; la cuadrilla avanza distendidamente por el terreno sin tomar ninguna precaución a pesar de lo ocurrido en el vivaque. Tú te mantienes alerta en todo momento, pensando además en la posibilidad de volver a ver a Tríane.
Al espiar los movimientos del grupo, observas que los odres de vino se van pasando de mano en mano. Incluso el propio Deilos, el peculiar guía de la banda, echa un trago de vez en cuando y se muestra amigable con Dahzor, que parece el más animado del grupo. Da la sensación que es el que más bebe de todos, seguramente para paliar su nerviosismo y para poder integrarse mejor en el clan de Dedos.
El grupo continúa su marcha mientras tú les vigilas desde una distancia prudente. Te ocultas en el borde del sendero y avanzas silenciosamente, aplicando las enseñanzas recibidas en la academia de Uhdanfiún. Oteas en las proximidades y cuidas tu retaguardia, atento por si aparecen rebeldes y algo emocionado al pensar en la posibilidad de volver a coincidir con Tríane.
La expedición liderada por Dedos toma por un desfiladero que también desciende suavemente, dejando a un lado un enorme bosque. Receloso ante la posibilidad de una emboscada, extremas aún más las precauciones, pero tras un cuarto de hora aproximado y sin incidentes, ves cómo el grupo accede a una loma poblada por una frondosa alameda. El grupo hace una breve pausa cuando se dispone a abandonar el bosquecillo, divisando desde ese mismo lugar una bajada muy suave que desemboca en una vega sembrada con huertos. Al otro extremo del poblado la ladera asciende hasta un denso bosque que se erige majestuosamente. Desde esta distancia, parece impenetrable.
Antes de que el grupo reanude la marcha, Deilos exige la atención de todos, gesticulando teatralmente. Puedes escuchar como advierte al grupo:
—A partir de ahora, silencio absoluto. No queremos que nuestra presa nos descubra antes de tiempo.
Observas a Bhratar y Tauldos, que sofocan risas cubriéndose la boca con ambas manos. Taifos pide permiso para orinar antes de entrar en acción y se adentra en el bosquecillo de álamos. La actitud de tus compañeros te resulta bastante irrisoria.
Si vigilas
al grupo, pasa a 156.
Si te
mantienes oculto en el bosquecillo, pasa a 37.