149

Turpa avanza imperiosamente, lanzándote una mirada reprobadora.

—No me puedo creer lo que me acaban de contar tus compañeros de armas. ¿Cómo has osado encararte a ellos para defender a un grupo de apestosos campesinos que no nos respetan? Esperaba mucho más de un Ainari como tú. Apuntabas maneras para convertirte en un orgulloso guerrero de nuestro imperio. Me temo que la influencia del miserable Ritión Zarenyo te ha trastocado el entendimiento… De haberlo sabido, te hubiéramos dejado fuera de combate a ti también en la emboscada.

Las palabras de Turpa te han dejado estupefacto. No solamente es el responsable de las masacres que se llevan a cabo durante las cacerías secretas, sino que además ha simulado la emboscada del campamento para sacarse de encima a tu compañero Zarenyo. Estás furioso y poco te importan las amenazas que te rodean. Recitas mentalmente la secuencia del Protahitéi, dispuesto a entrar en combate contra todos.

—Pobre desgraciado… —continúa Turpa chasqueando los dedos, mientras percibes cómo Taifos levanta su brazo y se dispone a apuntarte con su arco—, no me dejas elecc…

En ese mismo momento, otra flecha surge de la oscuridad y se clava en el muslo del corpulento Taifos, que suelta su arma desplomándose con un grito de dolor mientras se sujeta la pierna. Turpa se ha quedado estupefacto.

Justo cuando acabas de recitar la secuencia y notas que tu cuerpo se contrae por los efectos de la aceleración, ves otra flecha que silba en el aire y se dirige hacia ti, proveniente del arco de Merkar, que se ocultaba detrás del maestro.