26
De pronto notas una terrible punzada en el abdomen. Observas tu estómago y ves que una flecha está clavada en tus tripas. Alzas la vista a lo lejos y descubres a Merkar que te mira con asombro después de haber disparado su arco.
Todo sigue transcurriendo lentamente a tu alrededor; la muchacha grita… demasiado tiempo. Hincas la rodilla en el suelo e intentas seguir sujetando la empuñadura de tu espada.
Entretanto Deilos ha agarrado a la chiquilla por el cuello, que se debate aterrorizada, intentando escapar. Todo se está desvaneciendo a tu alrededor y la oscuridad se cierne rápidamente sobre ti. Lo último que escuchas es la voz de Deilos:
—Voy a divertirme con tu nueva amiga, cretino. Taifos, carga con este imbécil y ocultémonos rápido cerca de ese bosque. Puede que su cuerpo nos sirva todavía…
Se hace el silencio. Has muerto.
FIN