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Has solventado el enigma. «Lamido resol» son palabras muy musicales, ya que todas sus sílabas corresponden a notas: la-mi-do-re-sol. «Mi-re-la» es otra palabra que también tiene esta característica, por lo que has descubierto la solución (o has tenido mucha suerte).
Sigues aproximándote a las transparentes aguas de la charca, rodeado por las tres doncellas que canturrean junto a ti. La morena te quita el jubón mientras te acaricia el cuello. La pelirroja te desabrocha el cinturón que sujeta la espada. Al notar cómo se resbala el cinto, retienes instintivamente la caída de tu arma, que se desenvaina de ese modo de la funda. Mientras sigues sujetando la espada liberada por la empuñadura, la hoja resplandece produciendo un terrible efecto en las tres mujeres, que se apartan gritando:
—¡Retira ese vil metal de nuestra vista! ¡No te atrevas a tocarnos con el metal del cielo!
Mientras pronuncian horrorizadas esas extrañas palabras, te asombra comprobar que sus pupilas se han contraído de repente y su aspecto ha cambiado radicalmente.
