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«Escúchela…».
Avanzas hacia las aguas sujetando por la cintura a tus hermosas acompañantes; la fascinante morena, la rubia espectacular y la maravillosa pelirroja, que te acaricia la nuca desde atrás. En la orilla de la poza, las tres bellezas te ayudan a desprenderte de tu equipo. Te quitan las botas y desabrochan el cinto del que cuelga tu espada, que cae envainada sobre el esponjoso suelo junto al arroyo. La rubia te sujeta la mano con dulzura y se acerca a la orilla.
Seguís avanzando y ya puedes notar el agua bajo tus pies. La morena se acerca a tu espalda y posa sus manos sobre tus hombros, para que podáis bascular los cuatro en las aguas de la charca. Os sumergís juntos en líquido templado, en el preludio de un prometedor desenlace…
Al poco rato te percatas de que te estás quedando sin aire, por lo que intentas volver a nadar hacia la superficie para respirar nuevamente… pero ellas continúan descendiendo hacia las profundidades. Forcejeas en vano, sus cuerpos son como losas que te arrastran al fondo. Te entra el pánico y abres la boca, tragando agua con sabor a lodo. Quieres liberarte y te agitas frenéticamente, pero sus esbeltas piernas que te rodeaban se han convertido en largas colas de serpiente. Tienes otro ataque de pavor y vuelves a tragar agua que ahora te sabe a fatídico infortunio. Descubres algo tarde que esas irresistibles mujeres son en realidad una Niryiin que ahora te arrastra hacia una espeluznante muerte.
FIN