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A pesar de ser uno de los mejores alumnos de Udhanfiún, Deilos no te cae muy bien. Sus modales altaneros, su trato despectivo y su comportamiento cruel te desagradan, por lo que has evitado relacionarte con él, evitando sus propuestas e invitaciones hasta hoy.
Ignoras en qué consiste la cacería secreta, pero tienes curiosidad por saber lo que hay de cierto en todos esos rumores que has escuchado: enfrentamientos con criaturas fantásticas, descubrimiento de lugares desconocidos, encuentros sorprendentes…
Por otra parte, también piensas en la posibilidad de volverte a encontrar con Tríane…
Esa breve cavilación te acaba de convencer, de modo que aceptas acompañarlos.
Analizas lo que llevan tus compañeros y optas por equiparte a conciencia: además de tu espada, coges prestado el arco y las flechas de Zarenyo. El grupo se empecina para que también realices el ritual de camuflaje, por lo que te tiznas con la madera carbonizada que te pasa Dahzor, compartiendo risas ahogadas con el resto del grupo, intentando evitar que os oigan vuestros compañeros de campamento.
Deilos encabeza el grupo e inicia la marcha bajo las tres lunas de Tramórea que proporcionan una luz mágica a esta noche tan especial. Salís del refugio a hurtadillas.