VI
El 14 de febrero, día de San Valentín, Ernesto e Hilda se mudaron a un apartamento más grande en otro piso del mismo edificio de la calle Nápoles. Aquella misma noche, Hilda empezó con los dolores de parto. Ernesto la llevó al Sanatorio Francés, donde dio a luz al día siguiente.
«Ha pasado mucho tiempo y muchos acontecimientos nuevos se han declarado —escribió Ernesto—. Solamente expondré los más importantes: desde el 15 de febrero de 1956 soy padre; Hilda Beatriz Guevara es la primogénita… Mis proyectos para el futuro son nebulosos pero espero terminar un par de trabajos de investigación. Este año puede ser importante para mi futuro. Ya me fui de los hospitales. Escribiré con más detalles».
Pero no lo hizo. Éstas son las últimas líneas del diario iniciado por Ernesto casi tres años antes, cuando aprobó los exámenes finales de medicina y emprendió el viaje con Calica Ferrer. Su intención original era reunirse con su amigo Alberto Granado en Venezuela. Pero había tomado una dirección totalmente distinta, en el camino de la revolución.