XIV

Llegó la mañana con sus preocupaciones y quehaceres. Todos se levantaron, empezaron sus faenas y sus charlas. De nuevo acudieron las modistas. María Dmítrievna salió y llamaron para el té. Natasha, con los ojos muy abiertos, como si quisiera captar cualquier mirada fija en ella, observaba inquieta a los demás y trataba de aparecer con la naturalidad de siempre.

Después del desayuno María Dmítrievna (era aquél su mejor momento) se acomodó en su butaca y llamó a Natasha y al viejo conde.

—Bueno, amigos míos; he reflexionado sobre todo este asunto y os voy a dar mi consejo— comenzó. —Ayer, como sabéis, estuve con el príncipe Nikolái y hablé con él… Se puso a gritar, pero a mí no me arredran los gritos. ¡Le dije todo lo que había que decirle!

—¿Y él qué?— preguntó el conde.

—¿Él? No quiere saber nada. Pero a qué hablar. Ya hemos atormentado bastante a esta pobrecilla. Mi consejo es que resolváis vuestros asuntos y os volváis a Otrádnoie… para esperar allí los acontecimientos…

—¡Oh, no!— exclamó Natasha.

—Sí, hay que marcharse y esperar allí. Si el novio llega ahora, los disgustos son seguros. Que él se las entienda a solas con el viejo; luego podrá ir a vuestra casa.

Iliá Andréievich aprobó el consejo, cuya sensatez comprendió en seguida. Si el viejo se amansaba, siempre habría tiempo de ir a verlo a Moscú o a Lisie-Gori; si no, si el matrimonio tenía que hacerse contra su voluntad, no habría más remedio que celebrarlo en Otrádnoie.

—Me parece un consejo excelente— dijo. —Lo que siento es haber ido a su casa y haber llevado a mi hija.

—No, no. ¿Por qué sentirlo? Estando él aquí no podía hacerse otra cosa: era cuestión de cortesía. Pero si él no quiere, eso es cosa suya— y diciendo eso, María Dmítrievna buscaba algo en su bolso. —El ajuar está listo y no hay que esperar más. Lo que no esté dispuesto ahora os lo mandaré a Otrádnoie. Lo siento mucho, pero creo que es lo mejor, y que Dios os acompañe.

Encontró lo que buscaba en el bolso y se lo entregó a Natasha.

Era una carta de la princesa María.

—Te escribe— dijo. —Sufre mucho la pobrecilla, tiene miedo de que tú pienses que no te quiere.

—¡Claro que no me quiere!— exclamó Natasha.

—¡No digas tonterías!— repuso María Dmítrievna.

—Nadie me convencerá de ello. Sé que no me quiere— afirmó rotundamente Natasha, cogiendo la carta. En su rostro había una resolución fría y rencorosa que obligó a María Dmítrievna a mirarla fijamente con el ceño fruncido.

—No hables así, chiquilla— dijo. —Lo que te digo es verdad. Contesta a la carta.

Natasha, sin responder, se fue a su habitación para leer la carta. La princesa escribía que estaba desolada por el malentendido que tuvo lugar, le rogaba que creyese —al margen de los sentimientos de su padre— que ella no podía no quererla puesto que había sido elegida por su hermano, por cuya felicidad estaba dispuesta a sacrificarlo todo.

“Por lo demás —escribía—, no crea que mi padre está mal dispuesto hacia usted. Es un hombre viejo y enfermo y hay que perdonarlo; pero también es bueno, generoso y querrá a la persona que haga feliz a su hijo.” La princesa María rogaba por último a Natasha que fijara el día para otra entrevista.

Después de leer la carta Natasha se sentó con ánimo de contestar:

“Chère princesse” —escribió rápida, mecánicamente; y se detuvo. ¿Qué podía decir después de lo ocurrido el día anterior? Sí, las cosas eran antes así, pero todo cambió —pensaba ante el pliego en blanco—. “¿Debo renunciar a él? ¿Es realmente necesario? ¡Esto es horrible!…” Y para olvidar tan terribles pensamientos fue en busca de Sonia y se dedicó a escoger con ella unos bordados.

Después de comer Natasha volvió a su habitación y tomó de nuevo la carta de la princesa María. “Así pues, ¿todo ha terminado ya? —pensó—. ¿Es posible que todo haya ido tan de prisa, destruyendo lo que antes había?” Recordó con fuerza su amor por el príncipe Andréi, pero sentía al mismo tiempo que amaba a Kuraguin. Se imaginaba ya esposa del príncipe Andréi; se representaba la escena, tantas veces repetida en su memoria, de su felicidad con él y, al mismo tiempo, enfebrecida e inquieta, repasaba los detalles de su encuentro, el día anterior, con Anatole.

“¿Por qué no pueden existir al mismo tiempo? —pensaba a veces en plena confusión mental—. Sólo entonces sería del todo feliz; ahora debo elegir, pero sin cualquiera de ellos no puedo ser dichosa. Es imposible contar al príncipe Andréi lo ocurrido, y ocultárselo es igualmente imposible… Y con el otro nada se ha perdido. ¿Es necesario renunciar para siempre a la felicidad del amor con el príncipe Andréi, de la que he vivido tanto tiempo?”

—Señorita— susurró una doncella que entraba con aire misterioso en su habitación, —un hombre me ordena que se la entregue— y tendió una carta. —Pero en nombre de Cristo…— prosiguió, mientras Natasha rompía mecánicamente el lacre y leía la apasionada carta de Anatole, de la que nada entendía, salvo que estaba escrita por el hombre amado. Sí, lo amaba; de otra manera, ¿cómo podía suceder lo que había ocurrido? ¿Cómo era posible que tuviera en sus manos una carta de él?

Natasha sostenía con manos temblorosas el apasionado papel escrito por Dólojov para Anatole y, al leerlo, hallaba en él como un eco de todo lo que creía sentir. La carta empezaba así:

“Desde ayer está decidida mi suerte. Ser amado por usted o morir; no hay para mí otra salida.” Seguía diciendo que los padres de Natasha no permitirían que se casara con él por ciertas causas misteriosas que podía explicarle a ella sola, pero que si ella lo amaba, bastaría con que dijera sí y no habría fuerza humana capaz de impedir su felicidad; el amor lo vencería todo. Él la raptaría y la llevaría consigo al otro confín del mundo.

“Sí, sí lo amo”, pensaba Natasha, releyendo la carta por vigésima vez, buscando en cada palabra un sentido recóndito y profundo.

Aquella tarde, María Dmítrievna fue a casa de los Arjárov e invitó a las jóvenes a que la acompañaran. Natasha, con el pretexto de una jaqueca, se quedó en casa.

Guerra y paz
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Nota_editores.xhtml
parte001.xhtml
parte002.xhtml
parte003.xhtml
parte004.xhtml
parte005.xhtml
parte006.xhtml
parte007.xhtml
parte008.xhtml
parte009.xhtml
parte010.xhtml
parte011.xhtml
parte012.xhtml
parte013.xhtml
parte014.xhtml
parte015.xhtml
parte016.xhtml
parte017.xhtml
parte018.xhtml
parte019.xhtml
parte020.xhtml
parte021.xhtml
parte022.xhtml
parte023.xhtml
parte024.xhtml
parte025.xhtml
parte026.xhtml
parte027.xhtml
parte028.xhtml
parte029.xhtml
parte030.xhtml
parte031.xhtml
parte032.xhtml
parte033.xhtml
parte034.xhtml
parte035.xhtml
parte036.xhtml
parte037.xhtml
parte038.xhtml
parte039.xhtml
parte040.xhtml
parte041.xhtml
parte042.xhtml
parte043.xhtml
parte044.xhtml
parte045.xhtml
parte046.xhtml
parte047.xhtml
parte048.xhtml
parte049.xhtml
parte050.xhtml
parte051.xhtml
parte052.xhtml
parte053.xhtml
parte054.xhtml
parte055.xhtml
parte056.xhtml
parte057.xhtml
parte058.xhtml
parte059.xhtml
parte060.xhtml
parte061.xhtml
parte062.xhtml
parte063.xhtml
parte064.xhtml
parte065.xhtml
parte066.xhtml
parte067.xhtml
parte068.xhtml
parte069.xhtml
parte070.xhtml
parte071.xhtml
parte072.xhtml
parte073.xhtml
parte074.xhtml
parte075.xhtml
parte076.xhtml
parte077.xhtml
parte078.xhtml
parte079.xhtml
parte080.xhtml
parte081.xhtml
parte082.xhtml
parte083.xhtml
parte084.xhtml
parte085.xhtml
parte086.xhtml
parte087.xhtml
parte088.xhtml
parte089.xhtml
parte090.xhtml
parte091.xhtml
parte092.xhtml
parte093.xhtml
parte094.xhtml
parte095.xhtml
parte096.xhtml
parte097.xhtml
parte098.xhtml
parte099.xhtml
parte100.xhtml
parte101.xhtml
parte102.xhtml
parte103.xhtml
parte104.xhtml
parte105.xhtml
parte106.xhtml
parte107.xhtml
parte108.xhtml
parte109.xhtml
parte110.xhtml
parte111.xhtml
parte112.xhtml
parte113.xhtml
parte114.xhtml
parte115.xhtml
parte116.xhtml
parte117.xhtml
parte118.xhtml
parte119.xhtml
parte120.xhtml
parte121.xhtml
parte122.xhtml
parte123.xhtml
parte124.xhtml
parte125.xhtml
parte126.xhtml
parte127.xhtml
parte128.xhtml
parte129.xhtml
parte130.xhtml
parte131.xhtml
parte132.xhtml
parte133.xhtml
parte134.xhtml
parte135.xhtml
parte136.xhtml
parte137.xhtml
parte138.xhtml
parte139.xhtml
parte140.xhtml
parte141.xhtml
parte142.xhtml
parte143.xhtml
parte144.xhtml
parte145.xhtml
parte146.xhtml
parte147.xhtml
parte148.xhtml
parte149.xhtml
parte150.xhtml
parte151.xhtml
parte152.xhtml
parte153.xhtml
parte154.xhtml
parte155.xhtml
parte156.xhtml
parte157.xhtml
parte158.xhtml
parte159.xhtml
parte160.xhtml
parte161.xhtml
parte162.xhtml
parte163.xhtml
parte164.xhtml
parte165.xhtml
parte166.xhtml
parte167.xhtml
parte168.xhtml
parte169.xhtml
parte170.xhtml
parte171.xhtml
parte172.xhtml
parte173.xhtml
parte174.xhtml
parte175.xhtml
parte176.xhtml
parte177.xhtml
parte178.xhtml
parte179.xhtml
parte180.xhtml
parte181.xhtml
parte182.xhtml
parte183.xhtml
parte184.xhtml
parte185.xhtml
parte186.xhtml
parte187.xhtml
parte188.xhtml
parte189.xhtml
parte190.xhtml
parte191.xhtml
parte192.xhtml
parte193.xhtml
parte194.xhtml
parte195.xhtml
parte196.xhtml
parte197.xhtml
parte198.xhtml
parte199.xhtml
parte200.xhtml
parte201.xhtml
parte202.xhtml
parte203.xhtml
parte204.xhtml
parte205.xhtml
parte206.xhtml
parte207.xhtml
parte208.xhtml
parte209.xhtml
parte210.xhtml
parte211.xhtml
parte212.xhtml
parte213.xhtml
parte214.xhtml
parte215.xhtml
parte216.xhtml
parte217.xhtml
parte218.xhtml
parte219.xhtml
parte220.xhtml
parte221.xhtml
parte222.xhtml
parte223.xhtml
parte224.xhtml
parte225.xhtml
parte226.xhtml
parte227.xhtml
parte228.xhtml
parte229.xhtml
parte230.xhtml
parte231.xhtml
parte232.xhtml
parte233.xhtml
parte234.xhtml
parte235.xhtml
parte236.xhtml
parte237.xhtml
parte238.xhtml
parte239.xhtml
parte240.xhtml
parte241.xhtml
parte242.xhtml
parte243.xhtml
parte244.xhtml
parte245.xhtml
parte246.xhtml
parte247.xhtml
parte248.xhtml
parte249.xhtml
parte250.xhtml
parte251.xhtml
parte252.xhtml
parte253.xhtml
parte254.xhtml
parte255.xhtml
parte256.xhtml
parte257.xhtml
parte258.xhtml
parte259.xhtml
parte260.xhtml
parte261.xhtml
parte262.xhtml
parte263.xhtml
parte264.xhtml
parte265.xhtml
parte266.xhtml
parte267.xhtml
parte268.xhtml
parte269.xhtml
parte270.xhtml
parte271.xhtml
parte272.xhtml
parte273.xhtml
parte274.xhtml
parte275.xhtml
parte276.xhtml
parte277.xhtml
parte278.xhtml
parte279.xhtml
parte280.xhtml
parte281.xhtml
parte282.xhtml
parte283.xhtml
parte284.xhtml
parte285.xhtml
parte286.xhtml
parte287.xhtml
parte288.xhtml
parte289.xhtml
parte290.xhtml
parte291.xhtml
parte292.xhtml
parte293.xhtml
parte294.xhtml
parte295.xhtml
parte296.xhtml
parte297.xhtml
parte298.xhtml
parte299.xhtml
parte300.xhtml
parte301.xhtml
parte302.xhtml
parte303.xhtml
parte304.xhtml
parte305.xhtml
parte306.xhtml
parte307.xhtml
parte308.xhtml
parte309.xhtml
parte310.xhtml
parte311.xhtml
parte312.xhtml
parte313.xhtml
parte314.xhtml
parte315.xhtml
parte316.xhtml
parte317.xhtml
parte318.xhtml
parte319.xhtml
parte320.xhtml
parte321.xhtml
parte322.xhtml
parte323.xhtml
parte324.xhtml
parte325.xhtml
parte326.xhtml
parte327.xhtml
parte328.xhtml
parte329.xhtml
parte330.xhtml
parte331.xhtml
parte332.xhtml
parte333.xhtml
parte334.xhtml
parte335.xhtml
parte336.xhtml
parte337.xhtml
parte338.xhtml
parte339.xhtml
parte340.xhtml
parte341.xhtml
parte342.xhtml
parte343.xhtml
parte344.xhtml
parte345.xhtml
parte346.xhtml
parte347.xhtml
parte348.xhtml
parte349.xhtml
parte350.xhtml
parte351.xhtml
parte352.xhtml
parte353.xhtml
parte354.xhtml
parte355.xhtml
parte356.xhtml
parte357.xhtml
parte358.xhtml
parte359.xhtml
parte360.xhtml
parte361.xhtml
parte362.xhtml
parte363.xhtml
parte364.xhtml
parte365.xhtml
parte366.xhtml
parte367.xhtml
parte368.xhtml
parte369.xhtml
parte370.xhtml
parte371.xhtml
parte372.xhtml
parte373.xhtml
parte374.xhtml
parte375.xhtml
parte376.xhtml
parte377.xhtml
parte378.xhtml
parte379.xhtml
parte380.xhtml
parte381.xhtml
parte382.xhtml
parte383.xhtml
parte384.xhtml
parte385.xhtml
parte386.xhtml
parte387.xhtml
parte388.xhtml
parte392.xhtml
Mapas.xhtml
autor.xhtml
notas.xhtml