La botica del helado artesano
Lo
primero que debes tener claro es que un helado artesano no es
exclusivamente el que se hace en casa. En un sentido más amplio, es
aquel que emplea ingredientes naturales, siempre de calidad, sea
cual sea su proceso de fabricación.
Los helados industriales, en cambio, suelen incorporar concentrados que ayudan a acentuar su sabor y textura, pero que los hacen, desde un punto de vista nutricional, escasamente recomendables. Y más aún para los más pequeños de la casa, que son unos consumidores voraces de este tipo de productos.
En el fondo, es probable que el proceso de fabricación de un helado artesano no difiera mucho del de uno industrial, excepto en lo que se refiere a las cantidades producidas. Así, mediante fabricación artesana es posible producir entre 3 y 120 l por hora, mientras que mediante fabricación industrial se obtienen varios cientos de litros por hora. El proceso es el mismo, sí, pero cambian los ingredientes y el proceso de fabricación, lo cual es suficiente como para afectar a la calidad del resultado final, inferior en el caso de los helados industriales.
Y si esto es así y piensas que los helados artesanos que se venden nunca lo serán tanto como los que tú mismo puedes hacerte en casa, pues la verdad es que no sé a qué estás esperando para ponerte a prepararlos. ¿A saber cómo hacerlo? Pues entonces espera un poco, que aún tengo que explicarte más cosas. Y si la paciencia te consume, pues venga, adelante, no esperes más y corre al capítulo 15, en el que te daré algunas recetas a las que difícilmente podrás resistirte.
A
la hora de elegir entre un helado artesano y uno industrial yo
siempre recomiendo el primero. Pero cuando se trata de escoger
entre uno artesano y otro casero, tampoco tengo dudas: me quedo con
el segundo. Por ello, la mejor opción de todas es que prepares tu
propio helado y cuides al detalle los ingredientes, que serán
siempre los mejores.