El peso de la tradición
Muchas veces no nos damos cuenta, pero cada estación del año o temporada tiene sus propias recetas que, en muchos casos, están ligadas a una festividad o una conmemoración concreta.
Si eres un amante de las torrijas, por ejemplo (por si no lo sabes, te hablo de ellas en el capítulo 20), quizá disfrutes de ellas a lo largo de todo el año, pero, por lo general, es una receta que suele elaborarse en Semana Santa. Y, como ésta, existen una serie de recetas que, de forma tradicional, suelen ir ligadas a una época, estación, festividad, etc. Es el caso también del turrón. Nadie te impide que lo comas en primavera, pero la tradición dicta que su época es la Navidad.
Éste no es el único factor que influye para que, de forma consciente o inconsciente, determinado tipo de elaboraciones parezca que tengan señalados sus propios días en el calendario, como si de acudir a una cita se tratara.
Sin embargo, hay un caso en el que la tradición se impone a la época del año: el de los pasteles de cumpleaños. ¿Qué sería un aniversario sin soplar las velas sobre un gran pastel? Éste es el caso más claro en el que vemos el peso de la tradición. Y en este caso, sin depender de las estaciones, del frío o el calor.