XIV
¡Estaba libre! Las malditas cadenas se le habían resistido pero tenía demasiada práctica en abrirlas como para que aguantaran una vez obtenido un par de roñosos y finos clavos a su alcance. La tortura de no poder hacer nada mientras Saxton lo besaba, lo amenazaba, lo tocaba con sus manos...
Casi había perdido la cabeza.
Mere se había dado cuenta de lo que intentaba. Tan inteligente...
Saxton seguía con la mirada fija a sus pies, en el cuerpo de la mujer muy cerca de Rob. Maldito loco. Con un suave gesto para evitar llamar la atención de Saxton, indicó a Mere que le lanzara el puñal y así lo hizo de inmediato, pero ello logró lo que había intentado evitar por todos los medios, que este se apercibiera de lo que ocurría a su alrededor.
¡Dios!, era veloz el cabrón.
En esta ocasión se abalanzó sobre Mere, al tiempo que Rob trataba de avisarla voceando pero de nada sirvió. Ella reaccionó rápidamente girándose hacia la entornada puerta pero apenas logró dar un paso cuando Martin la rodeó con uno de los brazos y pegó la pequeña espalda a su amplio pecho. Se colocó pegado a ella, el puñal bajo la delicada barbilla. Lentamente Peter se aproximó a Rob y rasgó la cuerda que le mantenía sujeto. Se quedaron quietos, hombro con hombro, paralizados en cuanto escucharon el suave quejido que brotaba de los labios de una de las mujeres más impresionantes que habían conocido en su vida. Si la hacía daño, si la dañaba, ¡Dios!, lo destrozarían.
El chirrido de la puerta al abrirse alertó a Saxton quien arrastrando consigo a la pequeña figura se situó contra la pared, evitando flancos desprotegidos. A la defensiva.
Se volvieron hacia la puerta abierta de par en par. La figura enmarcada a contraluz que se filtraba desde el pasillo, daba miedo. John con el rostro y la camisa rasgada, llena de sangre. Calmo, con una frialdad que encogía al observador.
Había venido a por su mujer y nadie, absolutamente nadie lo pararía. Y si el hombre que la mantenía contra su voluntad no se daba cuenta de ello, estaba muerto. Tras él otra enorme figura tan impactante como la anterior. El hermano.