VI

¿Cómo sigue mi hermoso durmiente?

Hijo de puta. Odiaba la forma en que hablaba de Rob y le repugnaba la manera obscena en que lo tocaba, lo recorría con esos fríos ojos azules, como si lo creyera de su propiedad.

En esta ocasión le llamó la atención otra cosa. Saxton venía acompañado por Evans.

¡Joder! Evans, un puñetero traidor. Ello supondría un duro golpe para su confiado amigo. Llevaba demasiado tiempo trabajando codo con codo con ese agente como para que no lo sintiera así.

Otro jodido duro golpe.

Despiértale suavemente. No deseo que se estropee la mercancía.

Eso molestó sobremanera al hombre que había recibido la orden directa de Saxton. Peter imaginó que el agente no había esperado que su situación fuera expuesta de semejante modo, confrontándole con el hombre que había confiado en él. Una cosa era la atracción del frío oro y otra muy diferente enfrentarse a las consecuencias de tal decisión; que el hombre que le había entregado una fortuna se regocijara en su traición con la mera finalidad de hacer daño al hombre que durante tanto tiempo había sido su superior. Se apreciaba a la legua que no esperaba, ni quería que el hombre al que había traicionado por encima de todo supiera de su deslealtad.

No lo haré.

Quien parecía sorprendido ahora era Saxton, evidenciándose que era un hombre al que rara vez se le negaba algo. Entrecerró los ojos, pero aquello que fuera a decir o hacer quedó interrumpido por el inesperado movimiento del cuerpo que permanecía colgado de la viga central del techo.

Peter se dio cuenta de que en los ojos de Evans asomaba la vergüenza y quizá algo de arrepentimiento.

Esto no estaba en el acuerdo.

Saxton apretó los labios.

No eres tú quien decides lo que está o no en el acuerdo, salvo que por supuesto quieras reconsiderar los términos del mismo lo miró con los azules ojos entrecerrados

No humillaré a este hombre.

Harás lo que se te dice.

Rob murmuró algo ininteligible abriendo con lentitud esos llamativos ojos azulones.

¿Evans? ¿Ya llegasteis? Gracias amigo, espera, ¿por qué sigo atado? las palabras le salían gangosas, adormiladas y era obvio que no era plenamente consciente de lo que acontecía a su alrededor, que uno de los suyos se había vendido. ¿Qué demonios ocurre? su mirada, algo más despejada, se volvió hacia el hombre que seguía encadenado a la pared de enfrente ¿Pete? ¿Por qué diablos sigues amarrado?

Comenzaba a verlo. Dios lo conocía tan bien...

El brillo de esa azulona mirada desaparecía poco a poco según iba comprendiendo que la presencia de Evans no era lo que esperaba, sino todo lo contrario. El dolor llenó a borbotones esos iris y cierto instinto compelió a Peter a guardar en su memoria la reacción de Saxton.

El muy cabrón disfrutaba, gozaba con el dolor de Rob. Le daba igual que fuera físico o mental. Le excitaba apreciarlo en los demás, pero verlo en Rob le enardecía y estimulaba y esa había sido su intención desde el primer momento. Lo iba a torturar de todas las formas posibles y había sido culpa suya desde un comienzo, al hablar de él durante su cautiverio para evadirse del infierno en el que estaba.

Dios, tenía que localizar el punto débil de ese animal o se ensañaría con la única persona, junto con su hermano, que le importaba más que su propia vida. El hombre que amab..., el hombre que era su mejor amigo.

También debía ganar tiempo. Doyle no tardaría en averiguar lo que ocurría. Su inteligente, intuitivo y protector hermano llegaría.

Solo confiaba en que lo hiciera a tiempo.

Amor entre acertijos
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml
sec_0113.xhtml
sec_0114.xhtml
sec_0115.xhtml
sec_0116.xhtml
sec_0117.xhtml
sec_0118.xhtml
sec_0119.xhtml
sec_0120.xhtml
sec_0121.xhtml
sec_0122.xhtml
sec_0123.xhtml
sec_0124.xhtml
sec_0125.xhtml
sec_0126.xhtml
sec_0127.xhtml
sec_0128.xhtml
sec_0129.xhtml
sec_0130.xhtml
sec_0131.xhtml
sec_0132.xhtml
sec_0133.xhtml
sec_0134.xhtml
sec_0135.xhtml
sec_0136.xhtml
sec_0137.xhtml
sec_0138.xhtml
sec_0139.xhtml
sec_0140.xhtml
sec_0141.xhtml
sec_0142.xhtml
sec_0143.xhtml
sec_0144.xhtml
sec_0145.xhtml
sec_0146.xhtml
sec_0147.xhtml
sec_0148.xhtml
sec_0149.xhtml
sec_0150.xhtml
sec_0151.xhtml
sec_0152.xhtml
sec_0153.xhtml
sec_0154.xhtml
sec_0155.xhtml
sec_0156.xhtml
sec_0157.xhtml
sec_0158.xhtml
sec_0159.xhtml
sec_0160.xhtml
sec_0161.xhtml
sec_0162.xhtml
sec_0163.xhtml
sec_0164.xhtml
sec_0165.xhtml
sec_0166.xhtml
sec_0167.xhtml
sec_0168.xhtml
sec_0169.xhtml
sec_0170.xhtml
sec_0171.xhtml
sec_0172.xhtml
sec_0173.xhtml
sec_0174.xhtml
sec_0175.xhtml
sec_0176.xhtml
sec_0177.xhtml
sec_0178.xhtml
sec_0179.xhtml
sec_0180.xhtml
sec_0181.xhtml
sec_0182.xhtml
sec_0183.xhtml
sec_0184.xhtml
sec_0185.xhtml
sec_0186.xhtml
sec_0187.xhtml
sec_0188.xhtml
sec_0189.xhtml
sec_0190.xhtml
sec_0191.xhtml
sec_0192.xhtml
sec_0193.xhtml
sec_0194.xhtml
sec_0195.xhtml
sec_0196.xhtml
sec_0197.xhtml
sec_0198.xhtml
sec_0199.xhtml
sec_0200.xhtml
sec_0201.xhtml
sec_0202.xhtml
sec_0203.xhtml
sec_0204.xhtml
sec_0205.xhtml
sec_0206.xhtml
sec_0207.xhtml
sec_0208.xhtml
sec_0209.xhtml
sec_0210.xhtml
sec_0211.xhtml
sec_0212.xhtml
sec_0213.xhtml
sec_0214.xhtml
sec_0215.xhtml
sec_0216.xhtml
sec_0217.xhtml
sec_0218.xhtml
sec_0219.xhtml
sec_0220.xhtml
sec_0221.xhtml
sec_0222.xhtml
sec_0223.xhtml
sec_0224.xhtml
sec_0225.xhtml
sec_0226.xhtml
sec_0227.xhtml
sec_0228.xhtml
sec_0229.xhtml