El día del relámpago, como dije, vio la luz el 4 de abril de 2013.
Ese día, como es habitual en mí, me llené de pánico.
¿Cómo lo recibirían los lectores?
Pero el Padre Azul y su «gente» están en todo…
Al día siguiente, 5 de abril, Blanca me mostró un correo electrónico, emitido por la agencia AFP.
Decía así:
Un equipo de investigadores japoneses anunció haber logrado descifrar parcialmente el contenido de los sueños, una experiencia intrigante que consideran útil para el análisis del estado psíquico, la comprensión de enfermedades psicológicas o, incluso, el control de máquinas con el pensamiento.
«Desde hace mucho tiempo, los humanos se interesan por los sueños y sus significados, pero hasta ahora sólo la persona que sueña conoce el contenido de su sueño», explican los investigadores del laboratorio de Yukiyasu Kamitani, del Instituto Internacional de Investigación de Telecomunicaciones Avanzadas (ATR), en Kioto.
Para avanzar en la comprensión científica de los sueños, estos investigadores crearon un dispositivo para decodificar las imágenes que una persona observa durante la fase onírica.
Para ello registraron repetidamente la actividad cerebral de tres personas durante la fase del sueño. Cuando aparecía en la pantalla de análisis una señal correspondiente a una fase del sueño, los científicos despertaban a los voluntarios y les preguntaban qué imágenes acababan de ver. La operación fue repetida unas doscientas veces por persona.
Este ejercicio permitió crear una tabla de correspondencias entre la actividad cerebral y objetos o temas de diversas categorías (alimentos, libros, personalidades, muebles, vehículos, etc), vistos en los sueños. Se trata de un tipo de léxico que asocia una señal cerebral a una imagen.
Una vez que esta base de datos fue creada, la exploración de la actividad cerebral mediante resonancia magnética permitió saber qué imágenes veían las personas durante sus sueños, gracias a la aparición de las mismas señales características…
Los científicos imaginan, incluso, fabricar un día una máquina que permita grabar los sueños para luego reconstituirlos en imágenes.
«Por ejemplo, si un día usted tiene un sueño increíble, sería bueno poder mostrarlo a alguien más», asegura Onuki, uno de los voluntarios.
Estos trabajos podrían también contribuir a los estudios sobre el control de las máquinas movidas con el pensamiento, un tema de investigación importante en Japón.
Quedé atónito.
¡Los japoneses trabajan en un dispositivo para «leer» y grabar los sueños!
No podía creerlo…
Esto es lo que describe el mayor en El día del relámpago… ¡Pero fue escrito cuarenta años antes![161]
Lo tomé como lo que era: una nueva señal del Padre Azul…
«Tranquilo —vino a decir—. La intendencia no es cosa tuya».