Nunca lo entendí, pero así ocurrió…
En ocasiones, las señales resultan de difícil comprensión.
Éste fue el caso vivido por Remedios López Simón, mi supuesta madre, y por Francisca Simón Hernández, mi abuela materna.
La Siciliana lo contó mil veces.
He aquí una síntesis de la experiencia:
Pudo suceder en 1929, aunque no es seguro…
Mi supuesta madre tenía entonces cuatro o cinco años.
Vivían en la calle Nueva, en la población malagueña de Estepona (España).
La Siciliana se encontraba en la escalera exterior de la casa, jugando.
Y vio una luz blanca que salía del piso superior de la vivienda.
Subió y, al entrar en la habitación, asistió a una escena que nunca olvidó: la madre, Francisca, hablaba con un ser alto y luminoso.
El ser le decía que Juan López Rodríguez, padre de la Siciliana, se estaba ahogando.
Y el ser de luz desapareció.
Mi supuesta madre y mi abuela cayeron al piso, desmayadas.
Cuando se recuperaron, los vecinos dieron la noticia: el barco pesquero en el que faenaba mi abuelo Juan se había hundido.

Juan López Rodríguez, mi abuelo.
Fueron momentos de angustia.
Finalmente, la familia pudo abrazar a Juan López Rodríguez. Mi abuelo se salvó.
Para la gente de Estepona, el ser de luz que anunció la tragedia fue la Virgen del Carmen. Y la casa fue una romería…
Lo dicho: hay señales con muy mala leche.