Frasquito es uno de mis nietos. Tengo diez.
Frasquito nació el 25 de abril de 2004, domingo, a las 12 horas y 7 minutos.
Frasquito es un niño especial, como todos.
Al nacer no llegó al mundo con un pan bajo el brazo. Lo hizo con un «101».
Así consta en mi cuaderno de campo:
«Frasquito ha nacido en el hospital de Puerto Real… Por la tarde, al entrar en la habitación, Blanca descubre que en la cama de al lado, en la barra derecha del somier, alguien ha pintado un “palo-cero-palo”…
Supongo que se trata de una identificación rutinaria, pero también es “casualidad”…
El 27, cuando pido a Blanca que fotografíe el “101”, la cama ha desaparecido. La muchacha y su bebé, llamado Blanca (!), han abandonado el hospital…
Me quedo pensativo…
¿Significa el “|0|” que Frasquito es un niño especial?
Ya lo creo que lo es…
Y caigo en la cuenta de otro detalle interesante.
Si el “palo-cero-palo” hubiera aparecido en la cama de Mar, la madre de Frasquito, las sábanas lo hubieran tapado y nadie lo habría visto… Pero se presentó en la de enfrente… Así había más posibilidades de verlo…
Sutilezas del Padre Azul».

Frasquito, en la actualidad. (Foto: Blanca).
Poco después, cuando Frasquito contaba cuatro años, se convertiría en el protagonista de un libro: De la mano con Frasquito.
No sé si lo he dicho: «101», para mí, cuando aparece, es Dios, afirmando con la cabeza. Y lo traduzco por «está bien, estás en lo cierto, tranquilo, todo saldrá bien».