Un día, casi jugando, me puse a hacer números con los nombres de Jasón y Eliseo, piloto y copiloto del proyecto Caballo de Troya, respectivamente.
Los sometí al código de Cagliostro y surgió lo siguiente:
«Jasón» equivale a «11-3-75». «Eliseo», por su parte, es «5313-57».
Al llevar los números a la Kábala me llevé otra sorpresa:
El «11» equivale a «bueno».
El «3» = «futuro y revelación».
«75» tiene el mismo valor que «fe».
La suma de «11», «3» y «75» es igual a «17» («bondad»). La suma de «1» y «7» es «8» («amigo»).
Curioso. Eso fue para mí el mayor: «amigo, bondad y revelación». Mi vida, en realidad, se divide en «antes y después de Caballo de Troya». Y todo se lo debo a él.
Cuando le tocó el turno a Eliseo quedé igualmente perplejo.
«53» equivale a «falso».
«13» = «odio, división, aborrecer y recelo».
«57» tiene el mismo valor numérico que «engaño, fraude, amenaza y pequeño».
La suma de los dígitos (53 + 13 + 57) es «6». En Kábala, el «6» equivale a «mentira» (!).
Los números también retrataron a Eliseo…

Cuaderno de campo de J. J. Benítez.