Rafael de J. Henríquez Theran es un prestigioso ingeniero, egresado de la Universidad del Aire (Oklahoma), de la Real Escuela de Tráfico Aéreo de Bornemouth (Inglaterra), de la Escuela Nacional de Aviación Civil de Toulouse (Francia) y del MIT (Massachusetts). Fue director regional para Sudamérica de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

Hasta el 9 de noviembre de 1989 entendía que el fenómeno ovni era un asunto «altamente cuestionable». Y así lo hizo saber en un programa de televisión sobre «no identificados», emitido el día anterior en Colombia (Canal 9). Henríquez participó en su calidad de director de la OACI. Y volvió a repetir que los ovnis presentan una veracidad dudosa.

Horas después de participar en dicho programa de televisión, el ingeniero, y su familia, recibieron un buen susto.

He aquí, en síntesis, lo que me contó:

Un día después de aquella intervención en la tele, a las 7 horas (p. m). del 9 de noviembre de 1989, algo o alguien se encargó de hacer pedazos mi escepticismo… Junto a mi esposa y mis cuatro hijos (un médico, un ingeniero electrónico, un comunicador social y una niña estudiante de bachillerato) fuimos «abordados» mientras conducíamos nuestro coche en un trayecto cercano a nuestra vivienda campestre, entre las localidades de Tabio y Tenjo, en el departamento de Cundinamarca, a escasos treinta kilómetros de Bogotá, por un objeto alargado de dimensiones descomunales (dos o tres veces un Boeing 747), el cual no sólo contestó a la intermitencia de las luces del automóvil, sino que se detuvo sobre nuestro coche durante algunos minutos a una velocidad mínima y silenciosa y torció luego hacia Occidente hasta perderse en un pequeño valle de las cercanías.

Ingeniero Henríquez Theran. (Gentileza de la familia).

La «señal» recibida por el escéptico ingeniero fue de infarto.

Pero no quedó ahí la cosa…

A partir del avistamiento, Rafael y los suyos empezaron a tener sueños inquietantes en los que aparecía un no menos enigmático símbolo: )|([133].

El ingeniero se puso en contacto conmigo y yo intenté explicarle el posible significado de dicho símbolo. Fue así como hicimos amistad.

El caso, finalmente, fue incluido en El hombre que susurraba a los «ummitas». El libro fue terminado en marzo de 2004 y enviado a Barcelona, a la Editorial Planeta.

Pero el manuscrito se perdió (!)…

Tras no pocas peripecias, el libro fue publicado en marzo de 2007. Y me apresuré a enviárselo a Henríquez.

El 23 de mayo de 2007 me remitía el siguiente correo electrónico:

Querido amigo:

Ayer se dio en la sabana de Bogotá un inusitado fenómeno a las doce del día cuando un sol brillante, de esos de las montañas de la zona tropical, iluminó el cielo y a su alrededor se formaron tres arco iris concéntricos. La gente del pueblo de Tabio salió a las calles a observar el bello espectáculo. Estaba yo en esas, poseído por una extraña sensación de felicidad profunda, cuando sonó el teléfono. Mi hija Alexandra, desde Bogotá, me daba la gran noticia: había llegado tu último libro. Aún no lo tengo en mis manos (mañana la visitaré). Me leyó tu carta, la dedicatoria del libro y la noticia de tu posible viaje a Venezuela, en diciembre (también que habías comenzado a leer Bitácoras). Me siento feliz en este instante y van para ti mis agradecimientos. Te deseo lo mejor del mundo…

El triple arco iris concéntrico me recordó la bandera de Mikael…

Cuaderno de campo de J. J. Benítez.

Y quedé igualmente sorprendido.

¡Qué «causalidad»!… El triple arco iris[134] apareció el mismo día que llegó el libro a Bogotá.

Que cada cual saque sus propias conclusiones…

Pactos y señales
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
dedicatoria.xhtml
citas.xhtml
cuaderno_ps.xhtml
cap_001.xhtml
cap_002.xhtml
cap_003.xhtml
cap_004.xhtml
cap_005.xhtml
cap_006.xhtml
cap_007.xhtml
cap_008.xhtml
cap_009.xhtml
cap_010.xhtml
cap_011.xhtml
cap_012.xhtml
cap_013.xhtml
cap_014.xhtml
cap_015.xhtml
cap_016.xhtml
cap_017.xhtml
cap_018.xhtml
cap_019.xhtml
cap_020.xhtml
cap_021.xhtml
cap_022.xhtml
cap_023.xhtml
cap_024.xhtml
cap_025.xhtml
cap_026.xhtml
cap_027.xhtml
cap_028.xhtml
cap_029.xhtml
cap_030.xhtml
cap_031.xhtml
cap_032.xhtml
cap_033.xhtml
cap_034.xhtml
cap_035.xhtml
cap_036.xhtml
cap_037.xhtml
cap_038.xhtml
cap_039.xhtml
cap_040.xhtml
cap_041.xhtml
cap_042.xhtml
cap_043.xhtml
cap_044.xhtml
cap_045.xhtml
cap_046.xhtml
cap_047.xhtml
cap_048.xhtml
cap_049.xhtml
cap_050.xhtml
cap_051.xhtml
cap_052.xhtml
cap_053.xhtml
cap_054.xhtml
cap_055.xhtml
cap_056.xhtml
cap_057.xhtml
cap_058.xhtml
cap_059.xhtml
cap_060.xhtml
cap_061.xhtml
cap_062.xhtml
cap_063.xhtml
cap_064.xhtml
cap_065.xhtml
cap_066.xhtml
cap_067.xhtml
cap_068.xhtml
cap_069.xhtml
cap_070.xhtml
cap_071.xhtml
cap_072.xhtml
cap_073.xhtml
cap_074.xhtml
cap_075.xhtml
cap_076.xhtml
cap_077.xhtml
cap_078.xhtml
cap_079.xhtml
cap_080.xhtml
cap_081.xhtml
cap_082.xhtml
cap_083.xhtml
cap_084.xhtml
cap_085.xhtml
cap_086.xhtml
cap_087.xhtml
cap_088.xhtml
cap_089.xhtml
cap_090.xhtml
cap_091.xhtml
cap_091_1.xhtml
cap_091_2.xhtml
cap_091_3.xhtml
cap_091_4.xhtml
cap_091_5.xhtml
cap_091_6.xhtml
cap_091_7.xhtml
cap_091_8.xhtml
cap_091_9.xhtml
cap_091_10.xhtml
cap_091_11.xhtml
cap_091_12.xhtml
cap_092.xhtml
cap_092_1.xhtml
cap_092_2.xhtml
cap_092_3.xhtml
cap_092_4.xhtml
cap_092_5.xhtml
cap_092_6.xhtml
cap_092_7.xhtml
cap_092_8.xhtml
cap_092_9.xhtml
cap_092_10.xhtml
cap_092_11.xhtml
cap_092_12.xhtml
cap_093.xhtml
cap_093_1.xhtml
cap_093_2.xhtml
cap_093_3.xhtml
cap_093_4.xhtml
cap_093_5.xhtml
cap_093_6.xhtml
cap_093_7.xhtml
cap_093_8.xhtml
cap_093_9.xhtml
cap_094.xhtml
cap_095.xhtml
cap_096.xhtml
cap_097.xhtml
cap_098.xhtml
cap_099.xhtml
cap_100.xhtml
cap_101.xhtml
101ConInev.xhtml
librosJJB.xhtml
autor.xhtml
notas.xhtml