Sospechosos
• Juan, de 38 años, un ex alumno de la víctima que le guardaba rencor desde sus tiempos de estudiante. Habían pasado veinte años desde la última vez que tuvo contacto con su antiguo profesor pero nunca había podido olvidar los supuestos agravios que sufrió en sus clases. Juan era soltero, había conseguido el título de maestro nacional y cursado estudios de marino mercante.
• Santiago, de 47 años, también profesor de Enseñanza Media, quien aspiraba a una plaza del escalafón que pensaba que podría ocupar Miguel con menos méritos que él. Los celos profesionales invadían a Santiago cada vez que se destacaba algún mérito del ahora fallecido.
• Pedro, de 35 años, un delincuente habitual que estaba convencido de que la víctima había presenciado uno de sus robos, cometidos a mano armada y en pleno día, siendo Miguel el único testigo de cargo que podía llevarle a la cárcel.