Revelación final
El médico forense, que adelantó en una primera impresión que había dos clases de heridas, unas más profundas que otras, dirigió a los investigadores un documentado informe en el que afirmaba que probablemente habían sido dos los asesinos, basándose para tal afirmación en la comprobación de que las heridas del cadáver debieron de ser inferidas por dos personas diferentes.
Las preguntas que se hicieron entonces los investigadores fueron: ¿Cuál de los dos hijos había acompañado al padre? ¿Era el padre uno de los asesinos? ¿Habían cometido el crimen dos de los hijos sin contar con el padre? ¿Estaba la familia libre de culpa y debían buscar por otro lado?