Solución del enigma
Ocurrió el 9 de junio de 1959, en la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet, y fue descubierto por la Guardia Civil años más tarde, en 1963, cuando estaba prácticamente olvidado y casi nadie sospechaba que hubiera ocurrido un asesinato, dando por buena la versión de que José Caraballo había desaparecido. El cadáver no existía, pero los remordimientos hicieron aflorar el crimen que consistió en la muerte, descuartizamiento e incineración de José Caraballo, a quien todos creían culpable de abandono de su familia. Fue asesinado por su mujer mientras dormía. Piedad Pablo Navarro regresó al filo de la madrugada observando cómo su marido dormía envuelto en los vapores del vino que había trasegado. Sintió la fiereza del final de un largo camino de sinsabores, y cómo si lo tuviera pensado largamente, empuñó una pesada barra de metal y golpeó con fuerza en la cabeza a su marido, durante el sueño de éste. Luego sacó el cuerpo de la cama y, envuelto en sábanas y mantas, lo empaquetó. Una vez convertido en un bulto que podía arrastrar con cierta dificultad, lo llevó hasta el pozo negro de la vivienda. Allí lo descuartizó y en dos grandes sacos lo echó al pozo. Cuando terminó su tarea cubrió los restos con cal viva y sosa cáustica. Allí estuvieron un tiempo, hasta que los hizo desaparecer de forma definitiva cuando se encendió la calefacción de la caldera del colegio que ella limpiaba. De ese modo fueron eliminados todos los vestigios del crimen. Podía muy bien haber sido el «crimen perfecto».