Más sobre los sospechosos
• Daniel, que se creía con derecho a reclamarle a la víctima un comportamiento formal y cumplidor con su hermana, vio a Antonio el día del crimen, precisamente cuando éste bajó a la ciudad a hacer sus compras. Algunos especularon con la posibilidad de que hubiera aprovechado aquel momento para ir al domicilio de la víctima y esperarla allí hasta que llegara a primeras horas de la noche.
• Toñín Domínguez se encontraba en un descanso entre dos períodos de embarque. Trataba a la víctima con cierta familiaridad. Según su primera declaración ante la Guardia Civil, la última vez que vio a Antonio con vida fue en su casa, lugar que conocía porque el propio Antonio se lo había enseñado.
• Juan atravesó una época de encuentros cordiales con la víctima. Fue entonces cuando a sus espaldas comenzaron las relaciones ilícitas con su hermana. A partir de ese momento, las amistades se enfriaron e incluso pasaron por duros enfrentamientos.
• Remedios había tratado siempre a su hermano con cierta suficiencia. Para ella, el mundo era algo más que aquellas dos casas enfrentadas en sendos promontorios. Más de una vez le había exigido a Antonio que le diera los medios para poder labrarse un porvenir, lejos de aquel aislamiento que le producía angustia y malestar.