Pistas
• El cadáver fue descubierto pendiente de una forma casi inverosímil sobre el abismo. Fue a las nueve y cinco de la mañana del día siguiente.
• El vehículo fue encontrado con las portezuelas abiertas y las luces encendidas. Junto al asiento del chófer fue hallada una gabardina perfectamente doblada, sin señales de violencia.
• El cuerpo de la víctima tenía el bolsillo interior de la chaqueta vuelto, como si su asesino le hubiera registrado. No tenía cartera, dinero ni documentación y en la muñeca izquierda mostraba la honda huella de la correa de un reloj.
• El asesino no debió de contar con ningún cómplice, puesto que la posición del cadáver indicaba que no había tenido suficiente fuerza ni ayuda para lanzarlo al fondo del barranco como era su intención, quedando cabeza abajo, colgado de las ramas.
• Las primeras pesquisas policiales tuvieron que realizarse en la más absoluta desorientación, por lo que indagaron en la vida del asesinado, en sus costumbres y amistades. José tenía una hija, la mayor, casada, y dos varones, ya criados, cursando estudios. La conducta de la víctima no presentaba ninguna irregularidad ni incidente, señalándose como un hombre al que no le gustaban los portes que no fueran claros ni legales. En su larga trayectoria como chófer jamás tuvo ningún mal encuentro con la policía o la justicia.
• El taxista llevaba, cuando fue asesinado, un reloj de chapa dorada y abrazadera de metal. También una cartera con 50 pesetas.
• Entre el descubrimiento del crimen y la detención del autor transcurrieron 14 horas.