El Día de los Inocentes
Miguel, de 58 años, casado, profesor de Geografía y Filosofía de Enseñanza Media, natural de Santander, sale de su casa. Es un hombre pulcro y ordenado, perfectamente consciente de que se mueve en el Día de los Santos Inocentes, por lo que no descarta ser objeto de algún tipo de broma. Lleva el ánimo dispuesto aunque no es partidario de esta tradición tan extendida. No le gusta que le cuelguen monigotes en la espalda, ni que le cuenten mentiras o exageraciones, aunque ser profesor de alumnos muy jóvenes, y bien humorados, aumenta el riesgo de acabar convirtiéndose en víctima de alguna de sus malévolas invenciones. Miguel compone una sonrisa bonachona a la vez que sale de su calle para entrar en otra más ancha, y mucho más conocida, que en ese momento está muy transitada. Los comercios abiertos registran una numerosa afluencia de público. Por su parte, las aceras están llenas de gente. Se hacen notar las largas celebraciones de fin de año que imprimen un ambiente de jolgorio y bullicio en las principales arterias de la ciudad.
Miguel se siente contagiado, dejándose llevar por el júbilo incontenible que parece extenderse por todos los rincones. Aprieta el paso para acudir a sus obligaciones cuando se ve sorprendido por un ataque inesperado. Un individuo al que no ha visto llegar, probablemente porque permanecía oculto en algún portal, le ha seguido unos metros calle abajo hasta que considera llegado el momento de agredirle. Levanta el brazo armado con un cuchillo de monte de treinta centímetros de hoja que, seguidamente, hunde en la espalda de Miguel con un golpe profundo y mortal. La víctima se vuelve sin poder dar crédito a lo que pasa, registrando con su mirada borrosa la cara de su agresor y murmurando débilmente: «No, no, no», por tres veces. Súplica que es ignorada por el individuo del cuchillo, que le propina otras dos heridas, una en el pecho y otra en el hombro. Miguel se derrumba en el suelo como a cámara lenta, la mirada vidriosa, y queda muerto en pocos minutos. Un hombre bueno ha sido alevosamente asesinado a la luz del sol, pero ¿quién lo ha matado? ¿Por qué le han quitado la vida?