Pero ¿cuál fue el detonante de este crimen?
Pues José, que estaba resentido por haber sido rechazado por Herminda, acudió a la romería donde vio a la muchacha en brazos de su novio. Además creyó que mientras la pareja daba vueltas abrazada, ella le hacía gestos y se burlaba de él. Ofendido por lo que imaginó ver, fue a su casa, en la cercana aldea de Parada, se procuró un cuchillo de larga y ancha hoja y esperó a Herminda para darle muerte. La Audiencia coruñesa juzgó a José y lo absolvió por no creerlo responsable de sus actos debido a su minusvalía y su falta de formación. Pero el Tribunal Supremo corrigió esta sentencia, estimándole capaz de distinguir el bien del mal y lo condenó por un delito de asesinato consumado a quince años de cárcel y otro de asesinato frustrado a ocho años más de prisión, puesto que fue José quien intentó matar a los padres de Herminda, poco después de haber acabado con ésta. Sin embargo, los padres de la muchacha lograron escapar del asesino y lo echaron de la casa a golpes y patadas.