La contraofensiva por el río Sec, el cuarto ataque nacional, únicamente tuvo como saldo positivo la conquista de Corbeta. Mientras el Ejército Popular dominase la sierra de Cavalls romper el frente rojo en profundidad resultaba imposible. Las tropas de Yagüe y García Valiño, los mejores tácticos del bando nacional, se desgastaban y pagaban un altísimo precio de sangre para avanzar sólo unos cientos de metros. El republicano Tagüeña nos ha dejado el siguiente testimonio privilegiado sobre estos combates:
...la 35ª División intentó de nuevo durante todo el día ocupar las posiciones de la 1ª División de Navarra en la cota 565, y aunque sus esfuerzos fueron inútiles, decidieron al alto mando enemigo a dar un descanso a sus fuerzas y organizar una nueva contraofensiva. En total habían avanzado [los enemigos] unos 3 o 4 kilómetros en un frente de 8 a.9 kilómetros de ancho, empleando cuatro divisiones y una verdadera masa de tanques, artillería y aviación, y de nuevo se encontraban con una muralla tan fuerte como la que habían acabado de dominar. Tras tres días de combates locales, el frente entró en un corto período de relativa calma.