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Artículo 1. Han sido entregados al Tribunal Permanente del V° Cuerpo de Ejército el comandante del 3° Batallón de la 1ª Brigada, José Sánchez López, y comisario del mismo Bon., Camilo Peiró Miró, que por negligencia propia sus fuerzas abandonaron las posiciones que ocupaban.

Así mismo han sido fusilados por automutilación voluntaria los soldados Ángel Coll, de la 3ª Cía., del 4° Batallón de la 1ª Brigada, y Fernando Guitart, de la 3ª Compañía del 4° Batallón de la 100ª Brigada.

Artículo 2. Cada jefe, oficial, clase o soldado de esta división es responsable de la vigilancia y defensa a toda costa del terreno o posición que a él se le confíe, bien entendido que el abandono de cualquiera de las que se le hayan encomendado será inmediatamente sancionado con la pena de muerte, que podrá ejecutar en el acto cualquier jerarquía de la unidad.

Así mismo será inmediatamente fusilado todo el que con el pretexto de supuesto servicio se retire sin que para ello hubiera sido autorizado.

Artículo 3. Los automutilados serán así mismo fusilados en el acto, pudiendo ser ejecutados por cualquiera de sus camaradas.

Artículo 4°. Nadie podrá decir que sus fuerzas están copadas, rodeadas o perdidas, pues ello demuestra poca vigilancia y desconfianza en la victoria, a más de desmoralización de fuerzas, siendo severa y enérgicamente castigado quien las pronuncie.

Artículo 5. A las 16.10 del día de hoy han sido pasados por las armas los tenientes de la 4ª Compañía del 3° Batallón de la 1ª Brigada Ángel Herrera de León y Rafael Cazoni Rius, por delito de negligencia en servicio frente al enemigo, quienes sin preocuparse de sus fuerzas, se echaron a dormir, abandonando a éstas en sus parapetos, los que sintiéndose atacados por el enemigo y debido a la falta de control por sus oficiales abandonaron sus posiciones, que fueron reconquistadas nuevamente al mando del capitán de su compañía.

D. O. del jefe de la Brigada, EL JEFE DE E. M.