[24] Ferrer, P., Juan March. El hombre más misterioso del mundo, Ediciones B, Barcelona, 2008, pp. 354 y 355. Algunos autores afirman, sin base documental, que Franco exigió una cantidad en metálico a March que debía quedar depositada en el extranjero, para asegurar la supervivencia de su mujer y su hija, dado que carecía de 'bienes de fortuna propios, por si salían mal las cosas, como pidió en su día Sanjurjo. Pero esta hipótesis es pura especulación, especialmente si tenemos en cuenta que Franco no decidió sumarse al golpe hasta el último minuto, como consecuencia del asesinato de Calvo Sotelo.<<