[281] Los nacionales empezaron la guerra con sólo 43 aviones frente a 175 del Gobierno, sin contar con los aparatos-escuela. En toda la guerra la República adquirió 1.627 aparatos, frente a los 1.079 de los sublevados.
Las columnas de Yagüe estaban apoyadas por los bombardeos del escuadrón B del comandante José Rodríguez y Díaz de Lecea, compuesto por tres escuadrillas de Junkers; la de los capitanes Díez Trechuelo —sucedido por Guerrero al morir—, Carrillo y Gil Mendizábal.
El escuadrón A estaba integrado por los aviones Breguet del comandante Soler que se dedicó a dar apoyo de ataque en tierra (jefes de escuadrilla Díaz Rodríguez y Gómez de Arce) y la escuadrilla independiente del capitán Meléndez. En la zona de Huelva hubo otra escuadrilla independiente formada por pilotos civiles del Aeroclub de Andalucía.
Según fue avanzando la guerra entraron en combate un grupo de cazas Newport, luego los Heinkel 51 de los pilotos Ángel Salas, julio Salvador, Guerrero, Pascual y Senra; un grupo de Fiat, mandados por el capitán García Morato; un grupo Romeo del comandante Fernández Pérez, y el grupo de Dragón y Fokker de Juan Antonio Ansaldo. En octubre de 1936 la aviación nacional se dividió en Agrupación Española, Legión Cóndor y Agrupación Legionaria italiana.<<