Su primer biógrafo, Calleja, nos aporta más datos sobre la salida de Yagüe para Madrid:
Sin perder minuto y con pistola montada para evitar sorpresas, emprendió al amanecer del día 9 [de octubre] viaje por carretera, junto con su esposa, que portaba en brazos a su hijita recién nacida. Dejó a su mujer en la casa que su familia tenía en la calle de Serrano de Madrid para, desde allí, dirigirse al Palacio de Buenavista, sede del Ministerio de la Guerra. Allí habló con el ministro Hidalgo, con el subsecretario general Castelló y con el ya general Franco —su compañero de promoción en Toledo—, encargado de la movilización y dirección de las operaciones, junto al también general Goded. En aquella reunión recibió la orden de salir para Gijón para tomar el mando de las tropas de África que salían por barco hacia el principado, mientras que de Lugo y de León salían dos columnas bajo el mando de los generales López Ochoa y Bosch —luego Balines—, en tanto que una tercera salía de Navarra al mando de Solchaga.