Aquí
encima de vuestros pechos persistimos
como una muralla en vuestras fauces
como cascos de vidrio imperturbables y en vuestros ojos
como una tempestad de fuego
Aquí
encima de vuestros pechos persistimos
como una muralla en lavar los platos en vuestros tugurios en llenar los vasos de los señores en frotar las losetas en las negras cocinas para trasegar
el bocado de nuestros pequeños de vuestros azules colmillos
Aquí
en vuestros pechos persistimos
como una muralla hambrientos
desnudos provocadores declamando poemas Somos los guardas de la sombra de los naranjos y de los olivos sembramos las ideas como la levadura en la pasta nuestros nervios son de hielo pero nuestros corazones despiden fuego cuando tengamos sed
exprimiremos las piedras comeríamos tierra
si tuviéramos hambre PERO NO NOS IREMOS y no seremos avaros de nuestra sangre Aquí
tenemos un pasado un presente
Aquí
está nuestro futuro.
Porque yo no hilo lana porque yo estoy expuesto cada día a órdenes de arresto y mi casa está expuesta a las visitas policíacas a las pesquisas
a las «operaciones de limpieza»
porque me encuentro en la imposibilidad
de comprar papel
grabaré todo lo que me sucede
grabaré todos mis secretos
en un olivo
del patio
de mi casa yo grabaré mi historia y el retablo de mi drama y mis suspiros en mi jardín
y las tumbas de mis muertos y grabaré
todas las amarguras
que borrará un décimo de las dulzuras por venir
grabaré el número
de cada caballería despojada
de nuestra tierra el emplazamiento de mi aldea, sus limites las casas dinamitadas mis árboles arrancados cada florecita aplastada los hombres de los que se han regodeado en descomponer mis nervios y mi hálito los nombres de las prisiones las marcas de todas las esposas cerradas en mis puños las botas de mis carceleros cada juramento arrojado a mi cabeza
y grabaré Kafr Kassem
yo no lo olvidaré
y grabaré
Dir Yassin
tu recuerdo me devora
y grabaré
hemos alcanzado la cima de la tragedia la hemos alcanzado
grabaré todo lo que me descubre el sol me murmura la luna lo que me narra la tórtola en los pozos
cuyos enamorados se han exiliado para que lo recuerde me quedaré de pie para grabar todo el retablo de mi drama y todas las etapas de la derrota de lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande en un tronco de olivo en el patio de mi casa