Muchas cosas han pasado en los últimos 35 años después que fuera compilado e impreso Asalto al cielo, por la Editorial Arte y Literatura del Instituto Cubano del Libro, en 1975. Cuba cumplía 16 años de Revolución, y para celebrar el primer Congreso Comunista se editó esta antología poética de espíritu revolucionario con poemas de casi todos los países del mundo.

Había pasado la invasión de Bahía de Cochinos (1961), neutralizada en menos de 72 horas. Un año después sobrevino la crisis de los misiles. En el momento en que fue compilado este libro, muchos países de Latinoamérica, Oriente, Europa y África se encontraban intervenidos por la diplomacia del dólar: en 1973 un golpe de Estado no sorprende a Salvador Allende, ya había advertido sobre la injerencia norteamericana en las decisiones de su país. En Uruguay, la CIA apoya el golpe de Juan María Bordaberry, ideando el "Plan Cóndor" desde 1970 hasta 1980 con la colaboración de los gobiernos de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Bolivia. En Nicaragua la ultraderecha recibe dinero para financiar a sus grupos armados en la década de 19801990 con el objetivo de derrocar al gobierno sandinista: dinero obtenido a través de Irán, producto de la venta de armamento autorizada por el gobierno de Ronald Reagan, operación conocida como Irán-Contra. Una dictadura transversal en todo el continente suramericano y parte del Caribe se configura desde los Estados Unidos.

Libia es bombardeada en 1986, destruyendo varias bases militares "terroristas"; también Panamá en 1989, Iraq en 1998 (la segunda invasión es en el 2003), Serbia en 1999 y Afganistán en 2001.

En el 2002 apoyan el golpe de Estado contra Hugo Chávez (neutralizado en menos de 48 horas por la intervención directa del pueblo). En el 2009 dirigen y financian el golpe de Estado en Honduras y oficializan las bases militares en Colombia; más recientemente, aprovechan el terremoto del 2010 en Haití para formar otra base en El Caribe. En fin, ven las ganancias hasta en las desgracias naturales. Palestina aún sigue inédita y cotidiana en su dolor (jamás nos acostumbraremos a ese grito), causado por Israel y los Estados Unidos. ¿Quién es Caín y quién es Abel? La lista es interminable.

En 1991, la URSS se desmembró y algunos países como Yugoslavia y Checoslovaquia copiaron el modelo separatista e hicieron lo mismo con sus naciones. La primera se dividió en seis territorios y la segunda en dos. Esto dio más fuerza a un fenómeno que propulsaron los de Wall Street llamado neoliberalismo: como una receta se diseñaron planes para controlar y regular la economía con base en restricciones y que con el tiempo se evidenció que todo había sido un invento patrocinado por los banqueros del Fondo Monetario Internacional. Si el sistema comunista no había funcionado en la Europa del Este, tampoco lo hizo el neoliberalismo y menos, recientemente, lo que ha comenzado a llamarse "la globalización"; para muestra, la última crisis financiera norteamericana del 2008.

En Venezuela, luego de los eventos del Caracazo (1989), los del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, se empezó a madurar y a pensar en otro sistema de gobierno para reemplazar al que teníamos hasta entonces: el país pedía sinceramente un cambio. Una derecha conservadora se alternaba el poder con el visado norteamericano, la "democracia representativa" beneficiaba los intereses extranjeros, a los partidos políticos y a las grandes trasnacionales. El país estaba al borde de la quiebra por el "modelo democrático"; los escenarios pasados estaban latentes cuando Hugo Chávez ganó la presidencia con una propuesta diferente y un proyecto de país inédito y, sobre todo, democrático: el Estado Socialista. Se tomó el cielo por asalto reescribiendo lo que se consideraba el fin de la historia. No estaba, es verdad, la URSS, pero bajo libre elección los países de Suramérica y el Caribe comenzaron a idear otras alternativas posibles para el desarrollo de sus naciones, a través de acuerdos, convenios y colaboraciones sin que esto fuera una interferencia a la soberanía de cada Estado.

Ciertamente, muchas cosas han cambiado en estos 35 años: Cuba no está sola y ningún país de Latinoamérica y el Caribe plurilingüe debería volver a la condición de virreinato diplomático de los intereses norteamericanos.

En vista de los eventos sufridos a través de todos estos años, un libro como el presente también tenía que cambiar, se realizaron algunas mejoras a la edición original: se actualizaron datos como el lugar de nacimiento del autor, la fecha de fallecimiento y la incorporación de poetas de otros países. Su contenido nos pedía más testimonios locales y vivenciales, así que las voces seleccionadas buscan ampliar ese registro conservando el espíritu contemporáneo y revolucionario, por no decir actual, de Asalto al Cielo.

Estos cambios no han alterado la propuesta original, hemos respetado la intencionalidad de la antología y al mismo tiempo se ha enriquecido. Quizás esto se convierta en una práctica a imitar por otro país al momento de ser editado Asalto al cielo. Estos poemas con tono de propaganda, de manifiesto, de proclamas, van acompañados de una estética de la reflexión y la contemplación hacia lo social sin perder su originalidad. Sus imágenes mueven a la conciencia de pertenecer a un ahora histórico; a la lucha por las injusticias en que se ven sometidos los menos privilegiados; el amor hacia el otro, no el católico sino su antecesor, el cristiano y verdaderamente humano visto como una poética del cambio; una Revolución verdadera, (¿acaso no es el fin último del poema que esto ocurra en el universo del lector?), donde la historia personal se convierta en ejemplo, advertencia y búsqueda de la verdad, donde el poeta señale el porvenir desde el presente material y real porque sabemos que toda revolución social es también una revolución cultural. Si el arte "debe instruir y perfeccionar, espolear a la acción y dar el ejemplo verdadero, inspirado e inspirador (...) contribuir a la felicidad del público en general y convertirse en posesión de toda la nación"1, entonces estos poemas logran lo anterior, queda como un testamento no solo de vida, sino de esperanza a través de la escritura, queda de ellos la palabra, la poesía y la constancia como una confesión de fe política y poética.

Elis Labrador Fundación Editorial El perro y la rana

Asalto al cielo - Antología poética
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101_split_000.xhtml
sec_0101_split_001.xhtml
sec_0102_split_000.xhtml
sec_0102_split_001.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml
sec_0113.xhtml
sec_0114.xhtml
sec_0115.xhtml
sec_0116.xhtml
sec_0117.xhtml
sec_0118.xhtml
sec_0119.xhtml
sec_0120.xhtml
sec_0121.xhtml
sec_0122.xhtml
sec_0123.xhtml
sec_0124.xhtml
sec_0125.xhtml
sec_0126.xhtml
sec_0127.xhtml
sec_0128.xhtml
sec_0129.xhtml
sec_0130.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_000.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_001.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_002.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_003.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_004.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_005.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_006.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_007.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_008.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_009.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_010.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_011.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_012.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_013.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_014.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_015.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_016.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_017.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_018.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_019.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_020.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_021.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_022.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_023.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_024.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_025.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_026.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_027.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_028.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_029.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_030.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_031.xhtml