1836 ࢤ 1903
A la valiente ciudadana Louise, la ambulanciera de la calle Fontaine-au-Roi, el domingo 28 de mayo 1871
Cuando vuelva el tiempo de las cerezas,
Y el ruiseñor alegre y los mirlos burlones
Estén todos de fiesta, Las muchachas tendrán pasión en sus cabezas
Y los enamorados sol en el corazón. Cuando vuelva el tiempo de las cerezas Silbarán mejor los mirlos burlones.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas, En el que las parejas van a coger en sueños
Los hermosos pendientes: Las cerezas de amor con sus trajes iguales Ruedan bajo las hojas como gotas de sangre. Pero es muy corto el tiempo de las cerezas —Pendientes de coral que recogen en sueños.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas, Si tenéis miedo de las penas de amor Evitad a las muchachas. Yo que no temo a las penas crueles Viviré hasta sufrir su visita algún día. Cuando estéis en el tiempo de las cerezas Tendréis también penas de amor.
Amaré siempre el tiempo de las cerezas: Desde aquel tiempo guardo abierta una herida Que daña el corazón.
Y la dama Fortuna, que me está prometida, No sabrá nunca aliviar mis pesares. Amaré siempre el tiempo de las cerezas
Y el recuerdo de entonces que daña el corazón.