Chipre, 1908 ࢤ 1968
En memoria de los ahorcados en Nicosia
El sol que hoy ha salido no alumbrará al muchacho hermoso.
El hermoso muchacho entró a la Muerte
por la puerta que sólo los hombres totalmente verticales cruzan.
El hermoso muchacho entró en nuestro corazón a través de las calles invadidas por los grandes vientos que vienen a barrer nuestra oxidada calma.
Él entró en nuestra vida
a través de las llanuras donde campean los indomables jinetes, los que guían la tormenta, asiéndola en el puño, los que la lanzan justo en el seno de las ruinas y las derriban para que los humanos puedan construir.
El hermoso muchacho que ellos prendieron y colgaron hoy, al alba, en Nicosia.
Versión: David Chericián