ILUSTRACIONES DE LOS DIFERENTES TIPOS DE GLADIADOR
Había muchos tipos diferentes de gladiador en Roma. En Los asesinos del emperador se mencionan algunas de las categorías más frecuentes de estos épicos luchadores: el retiarius luchaba con un tridente y una red con la que atrapaba a sus enemigos; era de los pocos que combatía sin casco; el secutar era el contrincante más habitual del retiarius, por lo que llevaba un casco redondeado para que la red de su oponente resbalara sin atraparle; el mirmillo era uno de los luchadores más populares: solía llevar la figura de un pez en su casco, combatía con una espada y se protegía con un escudo de gran tamaño, similar al de un pretoriano, manicae en los brazos y una greba en una pierna; el hoplomachus usaba una lanza como primera arma y, si fallaba con ésta, empleaba entonces una daga larga; podía llevar protecciones en brazos y piernas y disponía de un pequeño escudo. El tracio usaba una gran espada curva con la que destrozaba a sus enemigos y se protegía con un escudo; podía llevar protecciones. El samnita, como el tracio, también podía llevar protecciones, emplear escudo y combatir con una espada recta. El andabata se veía forzado a luchar con casco sin visor, de modo que tenía que combatir a ciegas; normalmente, era un hombre sentenciado a luchar de esa forma y muchos no lo consideran un gladiador sino simplemente un ajusticiado con triste destino, pues la mayor parte moría a los pocos minutos. El provocator combatía con espada y escudo y era el único al que se le permitía llevar protección completa en el pecho; lo habitual es que se enfrentara sólo con los de su propia categoría, por eso Atilio lo eligió en la novela, como modo de garantizarse que no sería emparejado nunca contra su amigo Marcio, que se adiestraba como mirmillo. El sagittarius era un experto arquero capaz de abatir a sus enemigos con sus flechas a más de doscientos metros de distancia. El dimachaerius luchaba sólo con sus dos dagas, sin escudo y casi sin protecciones. El venator era el luchador entrenado específicamente para cazar fieras en el anfiteatro, por lo que no se trataba de un gladiador propiamente dicho, aunque sus intervenciones podían llegar a ser muy espectaculares. Finalmente, las mujeres que combatieron como gladiadoras no se especializaron en ninguna categoría concreta sino que unas veces lo hacían como mirmillo o como hoplomachus u otra categoría o, con frecuencia, mezclando armas y protecciones de diferentes tipos de gladiador.