AGRADECIMIENTOS
Gracias a mi mujer y a mi hija por acompañarme y animarme durante la redacción de Los asesinos del emperador, en los buenos tiempos y en los malos.
Gracias a mis padres por aficionarme a la lectura, germen de cualquier pasión literaria.
Gracias a mi hermano Javier por su atenta lectura y sus comentarios a un primer borrador de esta novela. Y gracias a toda mi familia y a todos mis amigos por estar ahí y apoyarme.
Gracias a Ana d’Atri y Marcela Serras por «persuadirme» y por su enorme implicación en esta aventura literaria. Y gracias a Purificación Plaza porque siempre que sugería alguna modificación tenía razón.
Gracias a Alejandro Valiño (profesor de derecho romano de la Universidad de Valencia), a Jesús Bermúdez (profesor de latín de la Universitat Jaume I), a Rubén Montañés (profesor de griego de la Universitat Jaume I) y Raluca Danciu (filóloga e intérprete) por su paciencia con mis preguntas y por sus consejos sobre derecho romano, latín, griego clásico y la lengua geto-dacia, respectivamente. Cualquier error en estos aspectos o en cualquier otro son sólo achacables al autor de esta novela. Y muchas gracias a la Biblioteca de la Universitat Jaume I por sus excelentes fondos y por su servicio de préstamo interbibliotecario.
Gracias a Ramón Conesa y a Gloria Gutiérrez de la Agencia Literaria Carmen Balcells por sus sabios y siempre bien mesurados consejos.
Gracias a todos los lectores de España y de América Latina porque gracias a sus mensajes de correo electrónico a mi web no me he sentido solo durante los dos años de gestación de Los asesinos del emperador. Sus ansias de una nueva novela han supuesto la inyección de energía que necesitaba en las largas tardes de documentación y en esas mañanas de redacción sin descanso.
Y gracias a Marco Ulpio Trajano por sobrevivir al peor de los tiranos, cambiar el mundo y regalar a un relator del pasado como yo una historia tan absolutamente vigente en el presente.