Fortuna, imperatrix mundi
O fortuna
Velut luna
statu variabilis,
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.
Sors inmanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris.
Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria,
est affectus
et deffectus
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
cordepulsum tangite;
quodper sortern
sternitfortem,
mecum omnesplangite!
Fortuna, emperatriz del mundo
Oh, Fortuna,
como la luna
de estado variable
siempre creciendo
o desapareciendo;
horrible vida
que primero oprimes
y luego alivias
según te place;
la pobreza
y el poder,
ambos se disuelven como el hielo.
Destino monstruoso
y vacío,
rueda que gira y gira
eres perversa,
el bienestar es vano
y siempre se disuelve en nada,
ensombrecida
y velada,
me persigues,
ahora, por el juego
de tu maldad
llevo mi espalda desnuda.
La suerte está ahora contra mí
en la salud
y en la virtud,
lo bueno
y lo malo
siempre según tú me impones.
Así que en esta hora,
sin espera alguna,
tocad las cuerdas de mi corazón
pues, por casualidad,
la fortuna hace caer al fuerte.
¡Llorad todos conmigo! [1]
Principio de los Carmina Burana,
poemas medievales satíricos inmortalizados
por la impactante cantata homónima de
CARL ORFF.
Numquam irasci desinet sapiens, si semel coeperit;
omnia sceleribus ac vitiis plena sunt.
[Jamás el sabio dejará de irritarse una vez que haya comenzado;
todo está lleno de crímenes y vicios.]
SÉNECA, De ira, 2, 9, 1