Agradecimientos
Gracias a Yolanda Cespedosa por confiar en esta novela, al igual que al resto de profesionales de Ediciones B y mi reconocimiento a Verónica Fajardo por su amabilidad y eficacia durante todo el proceso de creación y edición de esta obra.
Mi agradecimiento muy especial a Salvador Pons, por sus consejos, por sus revisiones y sus comentarios y, por encima de todo, por su amistad. Gracias a los profesores Jesús Bermúdez y Rubén Montañés de la Universitat Jaume I por su ayuda con los textos latinos y griegos.
Gracias a todos aquellos que con sus comentarios positivos me dieron ánimos para dar término a Las legiones malditas, en particular a todos los lectores de Africanus, el hijo del cónsul, que con sus mensajes por correo electrónico o desde diferentes foros de Internet me han insistido una y otra vez en que deseaban saber más sobre la épica figura de Escipión el Africano y todo su entorno.
Gracias a mis familiares y amigos por estar siempre ahí. Y, por encima de todo, gracias a Lisa por apoyarme constantemente cada día de escritura, por animarme y por ayudarme. Y, por fin, gracias a nuestra pequeña hija, Elsa, por ser muy buena y dormir mucho, pues en sus horas de sueño las «legiones malditas» marchaban hacia Cartago.