Jonathan Swift 

 

Mi nombre es John Partridge, zapatero de profesión y astrólogo. Les contaré lo que hizo ese escritorzuelo, algo desde todo punto de vista inaceptable, carente de la más mínima gracia si es que esa fue su intención, pero que sin duda lo convierte en un payaso de grandes proporciones, uno de esos bufones que no hace reír ni al niño más aburrido. Les hablo de Swift... Ese Swift me declaró muerto. 

Todo comenzó cuando publiqué un almanaque astrológico en el que daba a conocer mis últimas profecías. Pasé largos meses trabajando en ellas, verificando la posición de estrellas y planetas, consultando mapas astrales, estudiando el efecto de las fuerzas gravitacionales de otros cuerpos sobre nuestra Tierra y sobre nosotros mismos como parte integral de esa gran masa en la que vivimos y que rige nuestro comportamiento presente y futuro, que permite predecir con toda facilidad el porvenir de todo lo que nos rodea: materia y energía. Bien, una vez publicadas mis profecías, sustentadas como ya dije, en un estudio profundo e infalible de nuestro cosmos, lo que me convierte en el mayor profeta desde los tiempos de Nostradamus, ese señor, escritor de panfletos infantiles con nombres ridículos como los viajes de un tal Gulliver, ha tenido la desfachatez de publicar también otro almanaque de profecías, una asquerosa imitación del mío... ¡Cómo se le ocurre! Hay que ser muy descarado y ciertamente alguien con la mentalidad de un niño para atreverse a semejante e infantil aventura, sólo posible en la cabeza de un imberbe de muy baja cultura y formación. Ni siquiera ese bien apodado cura loco fue capaz de utilizar su propio nombre para desprestigiar mis profecías sino que se escondió tras el seudónimo de Isaac Bickerstaff; un acto cobarde, digno de semejante personaje, un irlandés que no le perdona al mundo el no haber llegado a obispo. Transcribo textualmente lo dicho por este “religioso”, para que no haya dudas sobre la autenticidad de mis palabras y sobre la desfachatez de un señor dedicado a la burla y al descrédito en vez de dedicarse a salvar almas: Cito: “Mi primera profecía se refiere al almanaquero Partridge. He consultado su horóscopo... y he hallado que morirá, infaliblemente, el próximo 29 de marzo, alrededor de las once de la noche, de fiebre perniciosa”. Bien, mis amigos, ya cumplida la fecha, aquí estoy, tan vivo como ustedes, desenmascarando al agresor, al falso profeta.

Pero hay más, lo más insólito de todo este caso. No contento el usurpador con su vil calumnia, unos días después de la mencionada fecha y aun a sabiendas de que yo estaba vivo, publicó un minucioso artículo titulado Relato de la muerte de Mr. Partridge, el almanaquero, acaecida el 29 del corriente. Cómo es esto posible. Qué se puede hacer con un hombre así. ¿Torturarlo, llevarlo a la guillotina, llorar, reírse? Con gran coraje proclamé una vez más que yo no estaba muerto. Fui a salones y teatros, museos y bibliotecas para que todos me vieran, para dejar constancia de mi existencia planetaria y de la irónica personalidad del farsante, pero una vez más —esto no es creíble, Dios mío—, Isaac Bickerstaff, remoquete del sardónico Jonathan Swift, le dijo a todo Londres que efectivamente John Partridge había fallecido y que yo no sólo era un difunto sino también un mentiroso. ¡Su descaro no tiene límites, está más allá de los confines de nuestra galaxia!... No aceptaré entonces que se me llame de la forma en que lo están haciendo, que se murmure a mis espaldas: “Partridge, el finado mentiroso”. Retaré a duelo al primero que lo haga, y yo seré el vencedor, está escrito en las estrellas.

La trilogía de los malditos
titlepage.xhtml
part0000_split_000.html
part0000_split_001.html
part0000_split_002.html
part0000_split_003.html
part0000_split_004.html
part0000_split_005.html
part0000_split_006.html
part0000_split_007.html
part0000_split_008.html
part0000_split_009.html
part0000_split_010.html
part0000_split_011.html
part0000_split_012.html
part0000_split_013.html
part0000_split_014.html
part0000_split_015.html
part0000_split_016.html
part0000_split_017.html
part0000_split_018.html
part0000_split_019.html
part0000_split_020.html
part0000_split_021.html
part0000_split_022.html
part0000_split_023.html
part0000_split_024.html
part0000_split_025.html
part0000_split_026.html
part0000_split_027.html
part0000_split_028.html
part0000_split_029.html
part0000_split_030.html
part0000_split_031.html
part0000_split_032.html
part0000_split_033.html
part0000_split_034.html
part0000_split_035.html
part0000_split_036.html
part0000_split_037.html
part0000_split_038.html
part0000_split_039.html
part0000_split_040.html
part0000_split_041.html
part0000_split_042.html
part0000_split_043.html
part0000_split_044.html
part0000_split_045.html
part0000_split_046.html
part0000_split_047.html
part0000_split_048.html
part0000_split_049.html
part0000_split_050.html
part0000_split_051.html
part0000_split_052.html
part0000_split_053.html
part0000_split_054.html
part0000_split_055.html
part0000_split_056.html
part0000_split_057.html
part0000_split_058.html
part0000_split_059.html
part0000_split_060.html
part0000_split_061.html
part0000_split_062.html
part0000_split_063.html
part0000_split_064.html
part0000_split_065.html
part0000_split_066.html
part0000_split_067.html
part0000_split_068.html
part0000_split_069.html
part0000_split_070.html
part0000_split_071.html
part0000_split_072.html
part0000_split_073.html
part0000_split_074.html
part0000_split_075.html
part0000_split_076.html
part0000_split_077.html
part0000_split_078.html
part0000_split_079.html
part0000_split_080.html
part0000_split_081.html
part0000_split_082.html
part0000_split_083.html
part0000_split_084.html
part0000_split_085.html
part0000_split_086.html
part0000_split_087.html
part0000_split_088.html
part0000_split_089.html
part0000_split_090.html
part0000_split_091.html
part0000_split_092.html
part0000_split_093.html
part0000_split_094.html
part0000_split_095.html
part0000_split_096.html
part0000_split_097.html
part0000_split_098.html
part0000_split_099.html
part0000_split_100.html
part0000_split_101.html
part0000_split_102.html
part0000_split_103.html
part0000_split_104.html
part0000_split_105.html
part0000_split_106.html
part0000_split_107.html
part0000_split_108.html
part0000_split_109.html
part0000_split_110.html
part0000_split_111.html
part0000_split_112.html
part0000_split_113.html
part0000_split_114.html
part0000_split_115.html
part0000_split_116.html
part0000_split_117.html
part0000_split_118.html
part0000_split_119.html
part0000_split_120.html
part0000_split_121.html
part0000_split_122.html
part0000_split_123.html
part0000_split_124.html
part0000_split_125.html
part0000_split_126.html
part0000_split_127.html
part0000_split_128.html
part0000_split_129.html
part0000_split_130.html
part0000_split_131.html
part0000_split_132.html
part0000_split_133.html
part0000_split_134.html
part0000_split_135.html
part0000_split_136.html
part0000_split_137.html
part0000_split_138.html
part0000_split_139.html
part0000_split_140.html
part0000_split_141.html
part0000_split_142.html
part0000_split_143.html
part0000_split_144.html
part0000_split_145.html
part0000_split_146.html
part0000_split_147.html
part0000_split_148.html
part0000_split_149.html
part0000_split_150.html
part0000_split_151.html
part0000_split_152.html
part0000_split_153.html
part0000_split_154.html
part0000_split_155.html
part0000_split_156.html
part0000_split_157.html
part0000_split_158.html
part0000_split_159.html
part0000_split_160.html