PELOTAS DE NAVIDAD
Una hogaza de pan de quilo, 750 gramos de carne picada de cerdo, 100 gramos de tocino, 100 gramos de piñones, tres huevos, leche (o sangre de pollo acabado de matar), canela, nuez moscada, perejil y hierbabuena.
El pan, que tendremos que haber dejado que se hiciera duro tres o cuatro días, se vacía de la miga y la rallamos para mezclarla después con la canela, media nuez, el perejil cortado finamente, la hierbasana y un pellizco de sal. Añadiremos un poco de leche (o de sangre de pollo) y lo amasamos procurando que no quede demasiado blando. En la sartén derretiremos el tocino (se puede usar también manteca de cerdo) y se sofríen los piñones y la carne picada. Separamos las yemas de los huevos y les añadimos la carne frita, haciendo una pasta. Se baten las claras y, mezclando la pasta de la carne con el pan, se van haciendo pelotas que mojaremos en las claras batidas y las dejaremos en una bandeja para que se sequen un poco en el aire. Estas pelotas se llaman de Navidad porque es costumbre añadirlas al arroz de ese día, pero son también muy buenas con un caldo de carne.