AJOACEITE
Un cuarto de litro de aceite; ajo; sal.
Se pueden poner los ajos al gusto de quien tiene que probar la salsa. Tres como mínimo y podemos ir subiendo hasta ocho o nueve dientes de ajo. Se pelan los dientes y se machacan en un mortero con un poco de sal, para que no resbalen, hasta que consigamos una pasta fina. El mortero se puede poner entre las rodillas o encima de una mesa sobre un trapo de cocina. Cuando estén totalmente machacados los ajos se va echando el aceite en un chorrito muy fino de aceite, removiendo sin parar con la maza de madera del mortero y siempre en la misma dirección, haciendo que la pasta suba y vaya espesando hasta el punto que no caiga si inclinamos el mortero. Se prueba de sal y se le añade si es necesario, removiendo un poco más.