ENSALADA DE PIMIENTOS ROJOS «ASADOS»
Tiempo de microondas: 30 minutos como máximo
INGREDIENTES
• 1 kilo de pimientos rojos que pesen mucho
• 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• sal y pimienta blanca recién molida
1. No podéis ni imaginaros lo maravillosamente bien que quedan estos pimientos «asados» en el microondas. Por supuesto que su pie! no aparecerá quemada en ningún momento, ya que se han «asado» a 100°, en lugar de los 160° o 180° del horno, pero de sabor estarán exquisitos. Y como son uno de los vegetales con más contenido en vitamina C —más que los cítricos, los kiwis o las frutas rojas—, a! cocinarse a esta temperatura no muy elevada, sufren una pérdida menor de esta vitamina.
2. Escoger pimientos rojos muy carnosos y que pesen mucho, 300 o 400 g cada uno. Cuanto más gordos sean mejor se pelarán después. Estos pimientos, sobre todo en invierno, proceden de invernadero, y pueden ser grandes y preciosos y, sin embargo, pesar muy poco, porque no tienen suficiente carne y se les desprende la piel con dificultad, pues ésta es además muy fina. Por ello, para poderlos pelar bien, es fundamental que pesen mucho.
3. Lavarlos, secarlos y colocarlos en un recipiente hondo que se pueda tapar bien y en el cual quepan sin amontonarse. Podría ser una ensaladera o sopera grande tapada con una tapa de silicona de las llamadas de succión u otra tapa de vidrio. Os cabrán 3, o solo 2, si son de; peso indicado.
Puede suceder, aunque no es frecuente, que estos pimientos llegen a pesar hasta ½ kilo cada uno. En este caso tendréis que cocinarlos de uno en uno pues será difícil que os quepan más en los recipientes que hoy día existen en el mercado, ver pág. 35.
4. Taparlos, sin añadir nada en absoluto y programar 10 minutos a potencia máxima.
5. Al cabo de ese tiempo, darles la vuelta con la mano y unos guantes de goma o de silicona, y programar otros 10 minutos a la misma potencia.
6. Al cabo de estos 20 minutos, darles de nuevo la vuelta y programar otros 10 minutos más. Tienen que quedar muy reducidos de tamaño y con la piel tan arrugada que casi se desprenda sola, pero nunca estará ni quemada ni tostada. Si solo os caben 2 pimientos, o estos no son muy grandes, con estos 20 primeros minutos probablemente seré suficiente. Si son macizos y os han cabido 3, tendréis que cocinarlos otros 10 minutos más, dándoles de nuevo la vuelta.
7. Guardarlos inmediatamente después en un tupper bien tapado para que «suden» y se puedan pelar con facilidad.
8. Cuando ya no quemen, pero todavía templados, pelarlos. Si os cuesta mucho hacerlo es, como ya hemos dicho anteriormente, por la variedad del pimiento.
9. Cortarlos en tiras, salpimentarlos, rociarlos con el aceite y servirlos. También podéis servirlos con unos ajitos fritos.
10. Los pimientos verdes gordos y carnosos, y los amarillos, también, se pueden asar de esta misma manera.
11. Si hacéis de una sola vez una gran cantidad de pimientos —puesto que no cuesta casi nada de trabajo— y, después de enfriarlos en el tupper cerrado, los congeláis a la máxima potencia de frío —ver mi libro «Saber comprar, conservar y congelar nuestros alimentos»—, comprobaréis que, al descongelarse, la piel está casi desprendida y tirando de ella se pelan todavía mejor que anteriormente. Probadlo y veréis como el «truco» funciona.