• 30 g de aceite de oliva virgen extra

• 500 g de bonito fresco sin piel ni espinas

• 200 g de pimientos rojos de piel fina

• 200 g de pimientos verdes también de piel fina

• 100 g de salsa de tomate = 10 cucharadas, ver pág. 183

• sal y pimienta blanca recién molida

1. En un recipiente, como siempre, redondo, bajito y de gran superficie volcar el aceite y los pimientos cortados en trozos medianos, salpimentarlos, remover bien, tapar y cocinar a potencia máxima 7 u 8 minutos, tiempo que dependerá de la variedad de los pimientos.

2. A continuación, añadir la salsa de tomate, volver a remover y colocar encima el bonito cortado en 4 o 5 porciones iguales. Pintarlas con unas gotas de aceite con la ayuda de una brocha de silicona y salpimentarlas ligeramente. Tapar y cocinar a potencia máxima 4 o 5 minutos. Probar siempre con el menor tiempo, es decir, 4 minutos, porque es preferible que le falte 1 minuto de cocción a que le sobre, ya que se resecaría y estropearía. Tiene que quedar muy jugoso.

3. Para saber si el bonito se ha hecho también en su interior, dar la vuelta a alguno de los trozos, el que esté colocado en la parte más central del recipiente, y comprobar si ha cambiado de color en su totalidad o si le queda alguna pequeña zona cruda rosada.