CÓMO SE DISTRIBUYEN LAS ONDAS EN UN MICROONDAS
La parte más importante de un microondas es el magnetrón, que es, como si dijéramos, su corazón, y el que nos transforma la energía eléctrica que entra por la red en energía electromagnética.
Para que este chorro de ondas se disperse lo más uniformemente posible disponemos, en la parte superior de todos los microondas, de una antena rotatoria que permanece oculta. Además, tenemos normalmente, en casi todos ellos, un plato giratorio, cuya misión es la misma de la antena, es decir, contribuir a una mejor distribución de las ondas.
Si vuestro microondas es antiguo o no dispone de plato giratorio, podéis suplir su efecto a mano, moviendo cada 2 o 3 minutos el recipiente donde estéis cocinando un cuarto de vuelta, es decir, 90°.
A pesar de estos dos dispositivos que están mejorando cada día, la distribución de las ondas no es totalmente uniforme y siempre tenemos zonas que reciben más y otras que reciben menos y que se llaman «puntos calientes y puntos fríos». Os daréis perfecta cuenta de ello cuando cuajéis un flan o un pastel, ya que en unas zonas estará totalmente hecho y en otras se terminará de coagular con el reposo. Esta distribución un tanto desigual de las microondas en estos aparatos puede afectar al tiempo de cocción de tal forma que dos hornos de la misma marca y modelo quizás no obtengan los mismos resultados. Por ello, los tiempos que os indico en las recetas no son nunca exactos, sino orientativos.